La vivienda colectiva es la tarea esencial de la arquitectura. Es el cuerpo de la ciudad, su sustancia, su espesor. Es casa y hogar, refugio y mercancía, cobijo e infraestructura. Es la tipología más urgente que el arquitecto debe atender. Hoy enfrentamos una crisis global: falta de vivienda asequible, exclusión, especulación, cambio climático. Una crisis de vivienda que es también crisis de ciudad y de democracia. No bastan las soluciones parciales: se requieren nuevas ideas, nuevas actitudes, nuevas formas de habitar. La vivienda colectiva es la herramienta política más eficaz contra la desigualdad urbana y es el lugar donde lo doméstico se convierte en lo público y donde lo íntimo construye lo común. Desde la escala mínima puede nacer otra forma de ciudad: más justa, más sostenible y más hospitalaria.
Las oportunidades surgen de la redensificación, la flexibilidad, el reciclaje y la industrialización. Redensificar sin desplazar, mezclar sin fragmentar, conectar sin segregar, con tejidos urbanos más compactos y eficientes, desde la colaboración de la ciudadanía con los gobiernos y la iniciativa privada, en proyectos que construyan consensos. La flexibilidad debe ser tipológica, material y normativa. Flexibilidad tipológica para acoger diversas formas de vida, con espacios transformables que integren el habitar y el trabajar mediante fórmulas cooperativas y de coliving. Flexibilidad material, para reciclar lo existente antes de demolerlo: oficinas vacías, fábricas obsoletas, edificios desocupados. Reutilizar significa libe- rar menos carbono y generar más posibilidades, enfrentando al mismo tiempo la crisis de la vivienda y la climática. Y flexibilidad normativa, para permitir nuevas mezclas sociales, destinando un porcentaje de cada desarrollo a vivienda accesi- ble sin sacrificar calidad. La buena vivienda colectiva no solo construye edificios: construye ciudad. Legislar la vivienda en clave social equivale a diseñar una ciudad mejor. Y la industrialización, a su vez, permitirá transformar el stock de ideas y propuestas en soluciones replicables a gran escala, porque el problema global de la vivienda no se resuelve de manera individual.
En estas páginas reunimos ejemplos contemporáneos de viviendas industrializadas, reciclaje de edificios, conjuntos sociales y cooperativas. La vivienda puede seguir siendo una máquina para habitar, pero debe ser también una plataforma para compartir. La arquitectura debe proponer soluciones de vivienda colectiva que respondan a las urgencias del presente y a la vez siembren resiliencia para el futuro.
Obras
Allison Brooks Architects | Baumschlager Eberle Architekten | Cadaval & Solà-Morales | Cierto Estudio | ELEMENTAL |
FAR frohn&rojas | Natrufied Architecture
Ensayos
Alfonso Fierro | Colectivo Espacios Familiares | Jack Self | Klaus | Marina Muñoz García | Pablo Goldin Marcovich | Rosalba González Loyde