Los límites del paisaje metropolitano son signos de identidad cohesionados con el lugar. Si la ciudad compacta concentraba sus hitos, su monumentalidad y hasta sus postales de referencia, la metrópoli contemporánea, por su condición policéntrica y discontinua, tiene sus referentes en el paisaje, y la artificialización de su entorno difumina los límites entre urbe y territorio.
Según Alejandro Hernández, la idea de límite se ha transformado de línea en zona. Sobre ese territorio limítrofe se despliega el contenido de este número de Arquine, bajo el mismo tema de nuestro congreso: Límites —del 7 al 9 de marzo en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad de México.
Los proyectos que publicamos son de autores participantes en el congreso: Peter Eisenman y Federico Soriano, quienes exploran los límites de su propia disciplina. El proyecto escarbado en la montaña de la Ciudad de la Cultura, en Santiago de Compostela, del arquitecto neoyorkino; un museo que se mimetiza como paisaje lunar fuera de la muralla medieval de Ávila, del madrileño. Se trata —Tschumi dixit— de “transgresiones” a los límites de la arquitectura.
A su vez, la mirada segada de Yukitzugu sobre las ciudades fronterizas entre México y Estados Unidos evidencia una hibridación progresiva que difumina la línea de corte, así como las exploraciones de Damián Ortega permiten especular sobre el movimiento y la vibración de la arquitectura misma, tanto a nivel formal como territorial.
Nuevas miradas que en su efervescencia cuestionan las ideas establecidas sobre los límites de sus campos de acción.
Obras
Alejandro Hernández Gálvez | Peter Eisenman | Federico Soriano
Ensayos y conversaciones
Yukitzugu | Alessandro Cassin | Fernanda Canales | Eduardo Cadaval | Hernán Barbero Sarzabal | Carmina Durán | Magali Tercero | Nuria Santiago | Adam Szymczyk | Pedro Strukelj Elgarte