Las casas en el paisaje: Alberto Ponis (1933-2024)
Alberto Ponis ha fallecido a los 91 años. El último número de Croquis llegó tarde como reconocimiento a un personaje [...]
🎄📚¡Adquiere tus libros favoritos antes del 19 de noviembre! 🎅📖
12 abril, 2021
por Pablo Lazo
Hace un año fue el inicio de un encierro casi total para todos los habitantes de las grandes ciudades. Cuando llego el invierno, la vida en los interiores fue brutal y claustrofóbica en algunos casos. Famosos arquitectos —entre muchos otros profesionistas— argumentaban que esto generaría graves problemas en la salud de las personas. Casi todos pensamos que seria algo de unos meses, pero al paso de los días, la gran mayoría de los seres humanos tuvimos que redescubrir y aprender a habitar los interiores de nuestros edificios y casas. Según la bióloga estadounidense, Emily Anthes, los seres humanos modernos pasan casi el 90% de su tiempo en espacios interiores, incluso desde antes de la pandemia.
En su libro “The Great Indoors: The Surprising Science of How Buildings Shape Our Behavior, Health, and Happiness”,[1]Emily Anthes nos revela algunos rasgos claves para este redescubrimiento de la vida en los espacios interiores: “estos espacios son un verdadero laboratorio de ecosistemas microbióticos que nos afectan y definen como vivimos”. Y continua: “un ecologista generalmente quiere ir a exteriores exóticos como el Amazonas para descubrir algo y pocas veces pensamos que en nuestros espacios interiores también existen complejos ecosistemas de bacterias y microbios que conviven con nostros”.
El valorizar la ventilación natural ha generado un sinfín de nuevas propuestas para reinventar aquella domesticidad, como lo explicó Beatriz Colomina hace más de dos décadas. En esta ocasión, toca un nervio pocas veces explorado de forma consciente, por los arquitectos: las consecuencias en la higiene que tienen nuestros espacios interiores. Según Anthes, en promedio un espacio interior alberga poco mas de 2000 especies de bacterias y microbios. La gran mayoria viene de los seres humanos que habitan estos espacios. La misma Anthes explica que la mayoria de todas estas bacterias no son de gran cuidado y la exposicion a estos microbios nos ayuda y hace mas resistente nuestro sistema inmune.
La pandemia ha acelerado el reconocimiento de lo critico que es la ventilacion natural en espacios cerrados y por ende, ha empujado a innovaciones en las tipologias de departamentos principalmente como lo demuestran los diseños de Cierto Estudio, que rompen la configuración básica de un departamento para proponer una nueva distribución interior. El planteamiento —muy europeo— se fundamenta en el uso de los espacios domesticos primarios —como la cocina y la directa relación de esta con los sistemas de ventilación y luz natural— para proponer un nuevo esquema general para la vivienda en edificios.
Parámetros como la ventilación e iluminación natural han sido claves en el diseño arquitectónico por más de un siglo. Desde aquella insistencia con que Florence Nghtindale propuso una transformación del hospital victoriano abriendo los espacios para el paso de luz natural y el aire fresco. Estamos viviendo el ultimo redescubrimiento de lo mismo que ella propuso en los hospitales.
Cumplimos un año de vivir en el interior de nuestros espacios. Como antítesis al famoso mito de la caverna de Platón, esto nos ha llevado a descubrir mucho de lo hay adentro como parte de nuestra misma salud e higiene. Ya habrá momento para salir, pero por ahora hay mucho qué descubrir de nuestros espacios interiores.
Notas:
1. The Great Indoors: The Surprising Science of How Buildings Shape Our Behavior, Health, and Happiness; Anthes, E.; Scientific American Press; 2020.
Alberto Ponis ha fallecido a los 91 años. El último número de Croquis llegó tarde como reconocimiento a un personaje [...]
Acaba de publicarse el número más reciente de la revista Arquine 108 — Suelos, en la que, por coincidencia, aparecerá [...]