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8 enero, 2024
por Olmo Balam
Carlo Ratti (Turín, 1971) será el curador general de la 19.a Bienal de Arquitectura de Venecia, que se realizará del 24 de mayo al domingo 23 de noviembre de 2025. Conocido por su enfoque tecnocrático, sensorial y, en especial, por ser uno de los pioneros de la arquitectura de código abierto (Architettura Open Source) y de la idea de ciudad de 15 minutos, el también ingeniero encabeza su propio despacho en Turín, CRA-Ratti Associati (con sedes en Nueva York y Londres), y es profesor en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) —en donde dirige el SENSEable City Laboratory.
También es notable su trayectoria académica: formado en el Politécnico de Turín y la École Nationale des Ponts et Chausées, en París, realizó su maestría en la Universidad de Cambridge y su doctorado en el propio MIT. Es colaborador regular en diarios como Il Sole 24 ore, La Stampa, Corriere della Sera, Domus y, en inglés, The New York Times, The Washington Post, Financial Times, Scientific American. En 2012 la revista Wired lo incluyó en su lista de las “50 personas que cambiarán el mundo” por su trabajo en la reconceptualización de las maneras de pensar la ciudad y solucionar problemas como el gasto ineficiente de energía y estimular la actividad empresarial con urbanismo y tecnología.
En el comunicado de prensa que compartió la Bienal, que se refiere a él como “uno de los diez académicos más citados a nivel internacional en el campo del urbanismo y coautor de más de 750 publicaciones científicas”, Ratti comenta lo siguiente, que podría interpretarse como un anuncio previo de los temas que articularán su comisariato:
A los arquitectos nos gusta pensar que somos ‘listos’, pero la verdadera inteligencia está en todas partes: desde el ingenio incorpóreo de la evolución, hasta la creciente potencia de cálculo de nuestras computadoras, pasando por la sabiduría colectiva en general. Para hacer frente a un mundo en llamas, la arquitectura debe ser capaz de aprovechar toda la inteligencia que nos rodea. Me siento profundamente honrado de tener la oportunidad de comisariar la Bienal de Arquitectura 2025.
Cabe especular, a partir de estas palabras, que la labor de Ratti en la bienal orbitará en torno al pensamiento y reflexión de las inteligencias en un momento en que en la esfera pública abundan los debates acerca del uso y comercialización de las aplicaciones algorítmicas, identificadas como inteligencias artificiales, mismas que han impactado aspectos de la vida cotidiana y multitud de profesiones, incluida la arquitectura.
Después de varias ediciones con comisarios de origen diverso, la dirección de la Bienal regresa a territorio local, pues Ratti es el primer italiano en presidirla en los últimos 20 años, desde que Massimiliano Fuksas definió el programa en 2000 (bajo el tema “Less Aesthteics – More Ethics”), por no mencionar a otros connacionales suyos como Aldo Rossi, Paolo Portoghesi y Francesco dal Col. En las últimas tres bienales, por ejemplo, la organización del evento estuvo en manos del chileno Alejandro Aravena (15.a edición, 2016, “Reportando desde el frente”); las irlandesas Shelley McNamara e Yvonne Farrell (16.a edición, 2018, “FREESPACE”); el libanés Hashim Sarkis (17.a edición, 2020, “¿Podremos vivir juntos?”); y la ghanesa-escocesa Lesley Lokko (18.a edición, 2023, “El laboratorio del futuro”).
El anuncio de Ratti como curador general ha sido recibido como algo más que una simple noticia cultural. Catherine Slessor escribe en Dezeen, por ejemplo, algunas ideas sobre el nombramiento en el contexto de la política italiana, marcada por el ascenso de la ultraderecha, encarnada en la primera ministra de aquel país. El nombramiento se hizo el pasado 21 de diciembre de 2023, a partir de la propuesta del presidente Roberto Cicutto, director general de la Bienal de Venecia, en acuerdo con Pietrangelo Buttafuoco, escritor que lo sucederá en ese mismo cargo para el cuatrenio 2024-2027. Este último aspecto ha causado controversia y marca un giro que está en directa relación con la actualidad política italiana: el cargo de presidente de la Bienal se designa por parte del Consejo de Ministros, encabezado actualmente por Giorgia Meloni (la primera mujer en ese cargo), conocida internacionalmente por sus posturas antimigratorias, provida y contra los derechos de la comunidad LGBTQ+. Buttafuoco, igual que Meloni, participó en el Frente de la Juventud del Movimiento Social Italiano, partido descendiente del que fundara Benito Mussolini en 1943 (República Social Italiana) y que, a su vez, ha sido el origen del actual partido en el poder. La designación de Buttafuoco ha sido interpretada en su país como un triunfo que le “quita” a la izquierda uno de sus feudos, precisamente, la Bienal de Venecia.
Tan sólo unos días después de su nombramiento, Ratti publicó el 26 de diciembre un ensayo (junto a Edward L. Glaeser) en el New York Times, titulado “Billionaire-Built Cities Would Be Better Than Nothing” (“Las ciudades construidas por billonarios serían mejores que nada”). El texto es una defensa del intento de varias compañías estadounidenses sitas en Silicon Valley, California, por construir una ciudad en las afueras de San Francisco, con un área de 50 mil acres y una población proyectada de 400 mil habitantes. Entre los involucrados en este proyecto, que encabeza la desarrolladora Flannery Associates, y que se llama de manera tentativa “California Forever in Solano Country”, se encuentra gente como Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn; Nat Friedman, consejero en Midjourney (desarrollador de softwares de inteligencia artificial); Patrick y John Collison, de la financiera multinacional Stripe; o incluso la empresaria y activista Laurene Powell Jobs (conocida también por ser la viuda de Steve Jobs, exCEO de Apple). La iniciativa ha sido criticada como un intento de los multimillonarios por construir una megaciudad “secreta”, además de un despropósito en medio de la crisis de vivienda y los incendios de gran escala que han azotado y desplazado a los californianos de a pie en años recientes. Sin embargo, Ratti y Glaeser citan ejemplos de ciudades construidas con ayuda de la iniciativa privada, como Woodland, en Texas (con apoyo de industriales del gas natural), o Celebration, en Florida (con financiamiento de Walt Disney Company); además de un antecedente fallido como el de Sidewalk Labs, que intentó su propia utopía futurística en Toronto, Canadá, y fracasó.
Algunos libros de Carlo Ratti son: Open-Source Architecture (2015) [Arquitectura de código abierto]; La città di domani. Come le reti stanno cambiando il futuro urbano (2017) [La ciudad de mañana. Cómo las redes están cambiando el futuro urbano]; Urbanità. Un viaggio in quattordici città per scoprire l’urbanistica (2022) [Urbanidad. Un viaje a catorce ciudades para descubrir el urbanismo]; y Atlas of the Senseable City (2023) [Atlas de la ciudad sensoriable].
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