11 abril, 2013
por Arquine
Anatxu Zabalbeascoa es periodista por la Universidad Autónoma de Barcelona e historiadora del arte por la School of the Art Institute of Chicago. Escribe sobre arquitectura y diseño para el periódico El País y periódicamente en el blog Del tirador a la ciudad. Es autora de diversos libros sobre arquitectura como The New Spanish Architecture (1992), Las casas del siglo (1998), Vidas construidas (1998), Minimalismos (2001) y Todo sobre la casa (2011). Ha sido curadora de muestras que relacionan arquitectura, diseño, sociedad y contexto. Fue jurado del Concurso Arquine No.15 | Rehabitar el s.XXI: La vivienda social desde el paradigma moderno.
Mi interés por la arquitectura llega cuando me doy cuenta que históricamente explica toda la historia del arte.
Tú vas ofreciendo de acuerdo de lo que vas conociendo, cuanto más conoces más cosas puedes ofrecer. pero también están las leyes de mercado. En el periodismo especializado estas son lo que quiere el editor, y trabajando en un medio de comunicación de masas, lo que él quiere son las estrellas. Eso habrá cambiado en los últimos cinco o seis años.
El elemento crítico lo he introducido cuando he creído que podía decir algo, con el objetivo de aportar y de arriesgarme, de poner más. Ahora que las noticias están digitalizadas, el medio impreso debe aportar no sólo información sino también opinión.
He disfrutado mucho en la vida con la arquitectura. No estoy hablando de trances estéticos. Estoy hablando de ir a visitar un edificio o una ciudad, entender cómo funcionan algunas cosas, y entender a partir de la arquitectura mucha parte el funcionamiento social.
Un buen escritor tiene dos cosas: algo que decir y una manera de ponerlo en simple, en un esfuerzo de restar hasta saber lo que quieres decir.
Yo intento poner contextos, hablar de los contextos ayuda a entender la obra. No hablo sólo de ubicación. Hay muchas veces que una anécdota te define mejor lo que es ese edificio.
La arquitectura ha sido hasta hace poco un gueto social, y creo que el acceso de muchos estudiantes de arquitectura debe forzosamente transformar la propia disciplina. Hace muchos años que el arquitecto dejo de ser un hombre vestido de negro con pajarita y las gafas de Le Corbusier.