Es un restaurante ubicado en el centro de Los Ángeles, en la zona conocida como el Arts District. El proyecto se desarrolla alrededor de la intervención de un espacio nuevo y moderno dentro de las bodegas industriales de la zona. El inmueble era un galerón bien iluminado, con materiales y texturas atractivas y con un patio donde se generó una terraza con techos retráctiles. El contexto del lugar es bastante árido, por lo que era importante integrar áreas verdes al diseño. Se generó una especie de invernadero para aprovechar las entradas de luz cenital en la lámina expuesta de los techos.
El programa consta de los siguientes elementos:
a) Una recepción, con cava que funciona también como barra de servicio
b) La barra principal que da servicio a todo el restaurante
c) espacio para comensales, es decir, el galerón principal de forma rectangular, que se fragmentó en 3 secciones
d) Un espacio privado, donde el área de comensales se divide con una cortina, de forma que también puede estar comunicado visualmente con lo demás y se convierta en un espacio más flexible
e) Un vestíbulo para acceder a los baños
f) Y un área más de comensales al aire libre, donde el patio está contenido por una serie de naves industriales con distintas alturas y materiales, que transmiten muy bien la historia del lugar.
El muro posterior fue intervenido por la artista Hilda Palafox, una constante visual en los restaurantes del chef mexicano Enrique Olvera. En una nave posterior se alojó la cocina, que sirve tanto al restaurante Damián, como a la taquería Detroit, del mismo grupo restaurantero, que se encuentra en un pequeño patio abierto en la parte trasera del local. Se integró al proyecto un acabado en estuco verde grisáceo donde los muros fueron intervenidos. La cancelería original fue respetada. La mayoría del mobiliario fue fabricado a la medida, por una empresa mexicana local establecida en Los Ángeles.
Los materiales usados en el mobiliario fueron: concreto aparente en los booths que delimitan el área de comensales, acondicionados con cojines verde botella para fortalecer la percepción de la vegetación en el lugar. En el área interior se usó madera monkey pod, con una riqueza visual que dialoga muy bien con el tabique. Y para mantener una similitud con Cosme, el restaurante del mismo chef en Nueva York, se usaron las mismas sillas, pero en color cognac. La selección de tonos en el interior nació del lugar. En la parte exterior se utilizó una gama de grises obscuros y negro, el mobiliario como un elemento silencioso.