En la orilla norte del río Tarn, Pratgraussals se posa en una curva del río, al lado de una antigua cantera rodeada por naturaleza. Para el nuevo centro comunitario, se ha propuesto un edificio que responda al paisaje y cuya morfología permita una variedad de posibles usos futuros. La torre distante de la Catedral de Santa Cecilia exige un edificio de gran simplicidad, dispuesta horizontalmente. La poderosa presencia del proyecto caracteriza el sitio, pero su arquitectura crea la ilusión de haber estado siempre allí.
Los techos inclinados indican el centro del edificio, sobre el salón de eventos principal; y las dos extremidades en el sur y el norte corresponden respectivamente a la entrada principal y la entrada de los artistas. La pasarela periférica se convierte en un dosel suspendido, que indica la entrada. La simplicidad de los volúmenes y la combinación de materiales ofrece una doble escala: una escala doméstica, con particular referencia a los edificios agrícolas, y la escala de un edificio público abierto a todos.
El centro comunitario de Pratgraussals es una parte de la comunidad, concebido para atender la amplia gama de eventos. El programa estipula la construcción de un gran salón con capacidad para 500 personas, mas los servicios asociados: recepción, vestuarios, logística, cocinas, administración.
Una sala diseñada como un equipamiento importante para el festival Pause Guitare y un edificio acogedor y agradable para múltiples usos en la ciudad de Albi. Un resumen simple para un lugar comunitario para fiestas, reuniones, juegos y eventos para todas las edades y todas las pasiones.
El centro del proyecto es la gran sala de eventos, cuyo techo permite adaptar un área de recepción descomponiéndola en tres espacios separados, pudiendo así acomodar una variedad de configuraciones. Se prestó especial atención para garantizar tanto la luz natural durante el día.
En cada extremo de este espacio hay, hacia el sur, la entrada principal del edificio, y hacia el norte una entrada secundaria, que ofrece la opción de extender el espacio de los eventos a estos dos volúmenes adicionales. En el lado norte, el dosel se extiende fuera del edificio, formando un espacio externo como un pequeño patio que da al parque, que puede ser privatizado. Al este, un concepto funcional proporciona acceso a todo el edificio a través de un pasaje de acceso interno.
Para el vestíbulo de entrada en el centro comunitario, los arquitectos colaboraron con el artista Bonnefrite, quien pintó in situ un colorido fresco vegetal para afirmar este espacio de transición entre la entrada y el salón de eventos, entre el vestíbulo y la fiesta.
La metodología desarrollada se basó en los siguientes principios básicos: simplicidad de forma, estructura racionalizada y técnicas de construcción eficientes. La cuadrícula, definida por los usos del edificio, se tomó como punto de partida para el diseño.