El Eco-hotel está ubicado en una reserva de pesca cerca de Avignon en el sur de Francia.
Las 14 suites evocan edificios primitivos en la orilla del lago; flotando en el agua como balsas.
Construir en un lago rodeado de viñedos en el sur de Francia es un desafío. En un lugar mágico e intacto, la naturaleza es el único protagonista de la escena.
El imperativo para el arquitecto sigue siendo la simbiosis absoluta con el paisaje existente.
Las suites, simples pero sofisticadas, recuerdan construcciones primitivas en el lago. Como una vivienda primitiva, las posadas ecológicas de los Grands Cépages se elevan a lo largo del lago de La Lionne, conservando siempre la intimidad de los habitantes.
La arquitectura dialoga perfectamente con el lago, elegante, geométrica, regular y repetitiva.
De esta manera, la choza permanece oculta por un filtro de madera, como una pantalla de luz, que además de ser la misma estructura para los refugios y la pérgola, filtra la vista directa sobre las terrazas de cada cabaña. Esas pantallas verticales son de diferentes densidades y permiten protegerse del sol y el viento.
El cambio de estaciones y las horas del día transforman constantemente la presencia y la dinámica de la cabaña con el paisaje. La arquitectura se integra con el paisaje en un camuflaje perfecto.
En cambio, en invierno, con la tierra y el lago reunidos bajo un manto de nieve, las líneas verticales de los listones se reflejan en el agua. Durante el día, la experiencia dentro de la suite es un juego de luces y sombras con el sol que se filtra a través de la proyección, proyectando motivos que siempre se mueven en el suelo.
Pequeñas aberturas aleatorias proporcionan imágenes abstractas de vegetación, lago y cielo. Después de la puesta del sol, el efecto se invierte, se sumerge en la oscuridad y se ilumina solo con la luna. La cabaña evoca una linterna que irradia la luz dorada interna entre los listones de madera.
Para simplificar lo imprevisto en un sitio remoto, el proyecto fue prefabricado en gran parte en un taller de madera. Los componentes fueron numerados, desmantelados y reconstruidos en el sitio en tres meses. La prefabricación redujo los costos de producción y los costos en el sitio durante la instalación, impactando el paisaje lo menos posible.