El diseño de las boutiques de Jacquemus en Londres y París comenzó con la idea de poner a prueba las limitantes de trabajar con un solo material. Inspirándose en los orígenes de la marca en el sur de Francia, AMO pretendía capturar la atmósfera de la ciudad natal de Jacquemus a través de la materialidad de los espacios.
En lugar de trabajar con la forma y decidir los materiales después, los materiales se eligieron al principio, guiando la forma del espacio a través del proceso de diseño.
Desde los cojines que recuerdan a los tejidos de la Provenza hasta la terracruda, un material a base de arcilla que recuerda el paisaje del sur de Francia, las tiendas están revestidas completamente de un solo material, creando una continuidad en cada espacio. En la tienda de las Galerías Lafayette de París, las paredes, las puertas, el probador y los elementos de exposición están tapizados con cojines blancos, que transmiten la tranquilidad y la comodidad de un día en la cama. Una pila de almohadas hace las veces de zona de asientos y superficie de exposición, y permite a los visitantes mirar y descansar todo el tiempo que quieran.
La tienda de Selfridges, en Londres, con su suelo y estanterías, tótems, zócalos, mesas y sillas de terracruda, está poblada de objetos expuestos, lo que añade un giro a la imagen abstracta de un interior doméstico provenzal. Aplicado a mano, el acabado conserva un nivel de irregularidad que da al diseño una sensación de naturalidad y artesanía. Directamente visible desde la calle, con la zona de asientos cuidadosamente enmarcada por el escaparate, la tienda es más que un espacio para comprar; invita a los transeúntes a sentirse como en casa.