Notas sobre la casa-árbol de Winnie the Pooh
No es posible determinar dónde termina el árbol y dónde comienza la casa de Winnie the Pooh. Tanto podría ser [...]
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¡Felices fiestas!
1. ¿Qué quieres, silla?
Woody Harrelson como David Murphy en Propuesta indecorosa, la película estadounidense de 1993, haciendo referencia a la conferencia de Louis Khan de 1971.
“Si piensan en el tabique, por ejemplo, y le dicen al tabique, ‘¿Qué quieres, tabique?’, el tabique les dice, ‘Quiero un arco’. Y si le dicen al tabique, ‘Mira, los arcos son caros y podría usar un dintel de concre- to sobre ti. ¿Qué te parece, tabique?’, el tabique les dice, ‘Quiero un arco’. Y es importante, como ven, honrar los materiales que usen. No le discutan diciendo ‘Bueno, tenemos mucho material. Lo podemos hacer de una forma u otra.’ No es verdad. Sólo lo pueden hacer si honran al tabique y glorifican al tabique en vez de ser injustos con él.”
Louis Kahn
En su famosa conferencia de la Universidad de Pensilvania de 1971, Louis Kahn hace el ejercicio de preguntarle a un tabique qué quiere para argumentar a favor de la honestidad de los materiales. La conclusión implícita parece ser que un arquitecto “honra y glorifica” a una tabique cuando lo usa de la forma más apropiada (en este caso, en un arco) sin esconderlo (pintándolo o repellándolo, por ejemplo)(1).
¿Qué pasaría si repitiéramos la lección de Louis Kahn pero en vez de preguntarle al honorable y glorificado tabique qué quiere, le hiciéramos la misma pregunta a la humilde silla blanca de plástico (conocida también como la silla monobloque)?
2. Mecedora blanca para exterior, capacidad de 600 lb.
The White Outdoor Rocking Chair – 600-Lb. Capacity, vendida en Amazon por Semco Plastic Co Inc
“Antes que nada, tengo mucho escepticismo de pedir por internet una silla en la que nunca me he sentado. Después de dos meses de intentar encontrar una de estas sillas para sentarme en ella antes de comprarla, finalmente me rendí y ordené una. Estoy muy contento de haberlo hecho. Intentaré ahora hacer una reseña desglosada.
Ensamblaje: Leí muchas reseñas que decían que ensamblar esta silla era difícil. A mí me tomó cinco largos minutos, y eso fue después de haber leído las instrucciones dos veces. Un poco de WD-40 y deja que la gravedad haga su trabajo (dejando caer la silla al piso desde una altura de unos 25 cm del piso en posición vertical unas cuantas veces de cada lado).
Construcción: Aunque apenas recibí la silla el fin de semana, parece estar construida de un plástico pesado que debe durar años. He teni- do una buena cantidad de sillas de plástico que se doblan/rompen a lo largo de los años y no veo que eso le pase a esta silla.
Comodidad: Antes que nada, ésta es una silla de plástico duro, así que esperar que sea suave y acolchonada sería ridículo. Habiendo dicho eso, mido 1.80 m y peso 120 kg, tengo un cuerpo como el del Osito Bimbo y esta silla es una mecedora increíblemente cómoda para mí. La única pequeña modificación que le haría es alargar la parte de abajo del asiento, pero eso se debe a que tengo piernas extra largas y debo agregar que no es incómoda. El respaldo es suficientemente alto para que recargue mi cabeza mientras me mezo. Incluso es suficientemente ancha como para que me pueda sentar con mi gran trasero usando la funda de mi pistola y nada roza.
Conclusión: Si se preguntaban si esta silla es buena, definitivamente lo es. Yo soy, naturalmente, un escéptico con cualquier cosa pero le doy una calificación de cinco estrellas a esta silla considerando para lo que fue diseñada. Una mecedora sólidamente construida, para todo clima, cómoda para que las personas más pesadas puedan caber cómodamente.
Reseña por Craig Hicks.(2)
3. El objeto sin contexto
“Prácticamente todos los objetos sugieren un espacio y un tiempo. La silla monobloque es uno de los pocos objetos que se me ocurren que está libre de cualquier contexto específico. Ver una silla blanca de plástico en una fotografía no te proporciona ninguna pista sobre el tiempo o lugar en el que estás. Me cuesta trabajo pensar en otros objetos que sean igualmente libres de contexto. Cuando le pido a mis amigos que propongan un objeto similar, la mayoría de las personas sugieren una lata de Coca-Cola… pero te puedo asegurar que la Coca-Cola se presenta de maneras muy diferentes en diferentes países, en botellas de vidrio al igual que latas, con etiquetas en los idiomas locales. La silla monobloque no ofrece ninguna pista linguís- tica, ninguna señal obvia de que es local. Donde sea que esté, está en casa.
Para mí, la silla monobloque no es tanto una visión del futuro, donde sospechamos que las mega-corporaciones van a volver borrosas las diferencias entre Albania y Afganistán. Incluso McDonalds, el avatar de la homogeneización global, hace fuertes inversiones en localiza- ción. Si no lo hiciera, sería muy difícil vender hamburguesas de carne en la India, que es mayoritariamente Hindú. Falta mucho tiempo para que el McChicken Tikka (un excelente sándwich, por cierto) sea tan común que su envoltura no revele que estás en un McDonalds indio y no en uno japonés.
La silla monobloque es un recordatorio de que el mundo sigue lleno de lo local, lo único, lo particular. La globalización puede estar homogeneizando el mundo pero la mayoría de objetos todavía ofrecen cierto contexto. Los pocos objetos que desafían la localización merecen ser tratados de forma especial. Han logrado un nivel de perfección de diseño donde no requieren ser adaptados para ser tan exitosos en África como lo son en los suburbios de Norteamérica. Descártalos a tu propio riesgo: los objetos sin contexto, como la silla monobloque, han logrado una forma de celebridad global que pocos humanos podrían esperar lograr.”(3)
4. La silla impensada
La silla impensada es un libro escrito por el psicoanalista argentino León Kaminsky, publicado en 1982 como parte de la Biblioteca del hombre contemporáneo de la Editorial Paidós sobre el fenómeno de la silla que de alguna manera es conocida por el individuo pero que el individuo no la puede pensar.(4) Esta silla es una silla blanca de plástico.
5. Blanco
Algunos fragmentos de White (Blanco),(5) el libro de Kenya Hara, diseñador gráfico, curador, escritor y, desde 2001, director de arte de Muji, la compañía japonesa de productos para el hogar:
“El blanco es un color particularmente inusual porque también se puede ver como la falta de color. En la antiguedad, los japoneses se referían a las posibilidades latentes que existen antes de que suce- da un evento como kizen. En la medida en que el blanco contiene la posibilidad latente de transformarse en otros colores, se puede ver como kizen.”
“El blanco se puede obtener mezclando todos los colores del espec- tro juntos o sustrayendo la tinta y todos los otros pigmentos. Es decir, es ‘todos los colores’ y ‘ningún color’ al mismo tiempo. Esta identidad como un color que puede ‘escapar el color’ hace al blanco muy especial. La textura del blanco no sólo evoca con fuerza la materialidad de los objetos; el blanco también puede contener cualidades temporales y espaciales como ma (un intervalo de espacio y de tiempo) o yohaku (un margen vacío), o conceptos abstractos como la no existencia y el cero.”
“El blanco se puede ver como la forma básica de la vida o la informa- ción que emerge del caos; es esa forma extrema de entropía negativa que está acotada y determinada para hacer un escape limpio. La vida irradia color, mientras que la tendencia innata del blanco es escapar del color para alcanzar el lado opuesto del caos. La vida viene a este mundo vestida de blanco, pero empieza a adquirir color en el instante en el que asume una forma concreta y toca la tierra, como un pollo amarillo emergiendo de un huevo blanco. El blanco nunca puede manifestarse en el mundo real. Podemos sentir que hemos estado en contacto con el blanco pero eso es únicamente una ilusión. En el mundo real, el blanco siempre está contaminado e impuro. No es más que un vestigio, un anuncio señalando a sus orígenes. El blanco es delicado y frágil. Desde el momento en el que nace, ya no es perfectamente blanco y cuando lo tocamos, lo contaminamos aún más, aunque no nos demos cuenta. Aún así, y especialmente por todo esto, el blanco sobresale en nuestra consciencia.”
“A veces, el blanco indica ‘vacuidad’. El blanco como no color se transforma en un símbolo del no ser. Sin embargo el vacío no significa “nada” ni “sin energía”; más bien, en muchos casos, indica una condición, o kizen, que está llena de contenido en el futuro.”
6. La esquina negativa
La Esquina Negativa (licencia poética) nos ha enseñado que las ideas estéticas preconcebidas de cómo se deben ver las cosas son virus de información que infectan nuestros cerebros. A veces podemos sacri- ficar estos virus en el altar del apilamiento masivo. Estamos hablando de la Esquina Negativa en las patas frontales de la silla blanca de plástico, el detalle más significativo y subestimado en la mitología del diseño.
A principios de los años noventa, en Grecia, probablemente en todo el país pero más específicamente justo afuera de Thessaloniki, en Michaniona y Agia Triada —posiblemente el epicentro mundial de la silla blanca de plástico(6)— la gente solía apagar sus cigarros en ellas. Los fumadores ni siquiera volteaban a ver mientras hacían este acto; seguían hablando. Los apagaban en la parte superior de la pierna frontal, precisamente en la Esquina Negativa. Una tenue marca amarilla conmemoraba el evento para la eternidad.(7) Una inspección más cercana revelaría un pequeño burbujeo donde el centro del cigarro había impactado el plástico –el polipropileno termoplástico se derrite aproximadamente a una temperatura de 200 grados Celsius.
Observar la Esquina Negativa en los años ochenta debió haber sido permitido sólo a los adultos porque este acto podía convertir a un niño inocente en un cínico. Era obvio que este detalle había sido incluido con fines de apilamiento y rigidez estructural pero aún así estaba radicalmente “mal”. Theo tenía alrededor de diez años cuando observó este detalle por primera vez y todavía lo recuerda: el momento en el que el modernismo murió en él para nunca revivir. Después de esto, le fue mucho más fácil tragarse detalles como la forma del Twingo, el automóvil producido por el fabricante francés Renault y comercializado principalmente en Europa desde 1993, o el sencillo funcionalismo de la tapa de plástico de un vaso de café para llevar.
7. Dos imágenes en un libro de la biblioteca del MUAC
Jorge Bobadilla encontró las imágenes en un libro de la biblioteca del MUAC pero por el momento no recordamos más (y tampoco las encontramos en internet).
8. Evolución
Al ver estas sillas blancas de plástico apiladas en la arena (ahora en otro sitio: Progreso, Yucatán en 2018) uno reconoce subconscientemente —aunque casi nadie lo admitiría— la forma de las columnas vertebrales articuladas y otras acumulaciones de huesos como las de las catacumbas europeas. Tiene que haber una conexión: el éxito de la silla blanca de plástico tiene que venir de este giro evolutivo y no de sus otras bondades: es la silla más cómoda que existe, no es necesario limpiarla, si le disparas con una AK-47 sigue funcionando perfectamente y dura un millón de años.
No es coincidencia que sólo en Europa se han vendido más de mil millones de sillas blancas de plástico, el equivalente en mobiliario a un camarón. Aunque no existe una cifra oficial, podemos extrapolar esta cantidad y afirmar que existen más sillas blancas de plástico que humanos.
Muchas sillas de plástico han sido convertidas en esqueletos de ballena por artistas y muchas ballenas se han convertido en sillas de plástico al ser enterradas en la arena por millones de años para convertirse en petróleo y luego en plástico. Ninguna otra silla tiene esta distinción.
En algún lugar de Suiza, existe un museo-bar dedicado a H. R. Giger. Alguien irá algún día y dejará pilas de sillas blancas de plástico.(8) El espíritu de Giger aceptará el gesto silenciosamente porque la silla de plástico es a la iconografía de Giger lo que la gallina es a nuestras fantasías de los T.Rex jurásicos: un pariente que no podemos renegar.
Seguimos esperando una película de ciencia ficción dura donde la nave espacial principal esté completamente amueblada con sillas blancas de plástico.
9. Estado de bienestar
En México, la silla blanca de plástico encaja en el modelo vacacional propio del régimen posrevolucionario priista que si bien mantenía claros rasgos autoritarios y represivos, también estaba anclado en una política de masas y en la implementación de distintas políticas públicas de corte social —tal vez más bien relacionado al Estado del bienestar del siglo XX. La silla blanca de plástico aparece más en los pequeños comercios a la orilla de la playa que en los grandes resorts todo incluido (véase Cancún) o en los hoteles boutique del neoliberalismo neohippie (véase Tulum).
Algunos de los nombres de las versiones comerciales más populares de la silla blanca de plástico son:
Silla Confort Chapala de Plástico, Coppel(9)
Silla Boston Blanca, The Home Depot
Unbranded Backgammon Patio Chair
Adams White Polypropylene High-Back Chair
Adams RealComfort White Polypropylene Adirondack Chair Grosfillex Pacific Stacking Topaz Cofta Monobloc Chair 501 Uratex Low Back Armchair 1401 Uratex Germania Chair Majesty Uratex Chair
Stellar Uratex Chair
10. El uso correcto de la silla de plástico blanca
Esto también lo sabes: uno puede confiar ciegamente en un restaurante con sillas blancas de plástico; es una señal de la imposibilidad de que el pescado no esté fresco, una garantía de confianza absoluta en la comisa misma.
Una silla blanca de plástico tampoco requiere limpieza: una mancha de aceite no se tiene que tallar porque sabemos que desaparecerá por completo cuando decidamos pasarle un trapo. Es decir, sólo limpiamos las cosas que pensamos (y por lo tanto tememos) que se puedan manchar permanentemente, como los niños y las camisetas blancas. Las manchas de pita gyro sólo le suman al encanto.
El plástico le ha hecho mucho daño a la naturaleza pero nunca a través de la silla blanca de plástico porque todas las que se han producido en la historia siguen en uso: es el material perfecto para el objeto perfecto.
Si quieres encontrar una buena imagen de una silla blanca de plástico, no busques en Google “silla blanca de plástico” sino cualquier otra cosa que se te ocurra, y encontrarás imágenes donde aparecen sillas blancas de plástico.
11. La caseta de informes inmobiliarios
La caseta de informes inmobiliarios es una tipología arquitectónica que generalmente consiste en una mesa blanca de plástico, dos sillas blancas de plástico, una sombrilla, un garrafón con agua potable, un letrero y tiras de banderines de polietileno multicolor amarrados desde los puntos más visibles. Están en la banqueta y tienen como único programa la promoción, para renta o venta, de la propiedad frente a la que se encuentran.
APRDELESP, Xavier Nueno Guitart, Fabien Cappello, Luciano Concheiro, Theo Michael y Benny Shaffer
Notas sobre la silla blanca de plástico (versión 1.0.0) se escribió en la Ciudad de México, Madrid y Cambridge (Massachusetts) y se imprimió el 9 de marzo de 2019 para distribuirlo en la caseta de informes del local comercial ubicado en Marsella 59, colonia Juárez, en la Ciudad de México, en el marco del festival Mextrópoli.
Notas:
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