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14 junio, 2023
por Christian Mendoza | Instagram: christianmendozaclumsy
Ricardo Flores y Eva Prats abrieron su oficina en 1998. Su trabajo, reconocido por la dedicación a un proceso que se despliega en cuidados dibujos y maquetas a distintas escalas y hechas a mano, ha incluido edificios de vivienda, espacios públicos y varias rehabilitaciones, en los que aquella forma de dibujar ya mencionada, incluye el registro minucioso de lo existente. Este es un fragmento de la entrevista con Ricardo Flores y Eva Prats que publicamos en el número 104 de la revista Arquine.
Christian Mendoza: ¿Cómo piensan que su forma de trabajar se conecta con algunos de los intereses y temas que ha planteado Lesley Lokko para esta Bienal?
Eva Prats: Una cosa que distingue a esta Bienal es que Lesley Lokko nos pidió que no produjéramos material especial para esta edición, sino que lleváramos proyectos que, aunque se hubieran mostrado antes, pudiéramos explicar de una manera distinta. En nuestro caso, en los contextos en los que hemos trabajado, no hemos encontrado nunca algo que ataña a la desigualdad racial, aunque sí que hemos trabajado en situaciones de desigualdad económica. La crisis climática está de alguna manera incluida en la mayor parte de nuestros trabajos en edificios existentes y nuestro interés por ajustar esas preexistencias a nuevos programas: ahí hay mucho de una actitud responsable con el tema climático, porque los edificios existentes ya han consumido su dosis de materia prima.
CM: En cuanto a su método de trabajo, ¿cómo es que esa meticulosa catalogación del edificio existente ayuda al entendimiento del proyecto?
RF: Para nosotros, lo más interesante es valernos lo más posible de lo que ya encontramos. Es muy emocionante que los objetos vuelvan a ser útiles. Es un ejercicio evidente, que siempre ha sido muy natural porque nuestro estudio mismo es un lugar en el que nos hemos quedado, que hemos heredado, como la chaqueta que te gusta y la usas haciéndole algunos ajustes. Creo que los edificios, cuando los heredas, no se deben cambiar, sino que se deben encontrar los valores que contienen y aceptarlos, incluso en las cosas que quizá no estaban en tu gusto originalmente.
CM. En ese sentido, en ese trabajo rehabilitando edificios existentes, el pasado y el futuro se encuentran con la posibilidad de nuevos usos…
RF: Es verdad que son edificios que han tenido vidas anteriores y son del pasado, pero si han llegado hasta nosotros, son contemporáneos. Los hemos tomado como una pieza actual, no los pensamos como una pieza de otro tiempo. Nosotros le vemos tantas cualidades de que participen en la vida de hoy que no nos plantean un tema generacional. Para nosotros, son piezas que ya son futuro.
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