Casa manifiesto
El primer manifiesto en México se escribió en 1921. Anuncios, carteles y publicaciones como Irradiador e Urbe consumaron la vanguardia [...]
6 junio, 2017
por Juan José Kochen | Twitter: kochenjj
Espacios de trabajo (Revista Arquine 74) lo sugería al inicio: “aquellas grandes salas abiertas en blanco y negro de Orson Welles o las de El lobo de Wall Street, evolucionaron en todo el mundo hacia los espacios personalizados de Mad Men, hasta los actuales playgrounds al estilo de Google, donde se propicia la creatividad y la singularidad, convirtiendo el dolor y el esfuerzo del castigo bíblico en ludotecas”. La idea del cubículo, la “caballeriza”, la oficina y la sala de juntas se ha visto obligada a evolucionar en un no lugar casero. Un espacio que va más allá del contrato para convertirse en convenio entre dos partes interesadas.
El contenedor exige contenidos pero a la vez personas que lo sepan usar, y para ello, que gusten de hacerlo funcionar. Ocupación, producción, eficacia y volumen, pero sobre todo, empatía y medios (físicos, sociales, ambientales) para que esto suceda. Y más que una buena política de clima laboral, ¿cómo usamos y demandamos estos espacios en los que pasamos buena parte de nuestra vida?
Hace poco más de tres años, se anunció La mudanza de Bancomer y la venta de un edificio corporativo canónico para la Ciudad de México. BBVA Bancomer cambiaría su ubicación actual en el Centro Operativo Bancomer construido en 1976 por los arquitectos Augusto H. Álvarez, Juan Sordo Madaleno y José A. Wiechers, para colocarse en el creciente sector comercial y de oficinas en Paseo de la Reforma (frente a la Torre Mayor y a la Estela de Luz) con una nueva torre de 60 pisos, 235 metros de altura y 185 mil metros cuadrados para oficinas.
Con una superficie construida de 100 mil metros cuadrados, en una superficie total de 65 mil metros cuadrados, el Centro Operativo Bancomer fue una inversión privada sin precedente en los años setenta, con numerosas áreas libres interiores y anchas plazas para hacer “funcional, amable y acogedor” el espacio de trabajo: oficinas ejecutivas y áreas de servicio al público, así como comedores para el personal, cafetería, centro de capacitación y dormitorios para ejecutivos y funcionarios, oficinas de telecomunicaciones, cuarto de máquinas, bóvedas bancarias, en fin, una ciudad dentro de la misma con más de 90 mil metros cuadrados de losas, 33 kilómetros de trabes y 25 mil metros cuadrados de domos.
El cambio significó una apuesta en altura que ha devuelto el esplendor inmobiliario a Paseo de la Reforma por encima de la caótica Santa Fe, pero sobre todo, un cambio de sistemático y estratégico de organizar una empresa a la alza en México. BBVA Bancomer es el banco que más gana en México, durante el primer trimestre de 2017, tan solo reportó una utilidad neta de 11 mil 697 millones de pesos. Su cambio ha sido rotundo. Nuevas sucursales, cajeros, banca en línea, tarjetas, servicio, pero lo más interesante, sedes, diseño de marca y marketing constante.
El banco español con sede en México se repartió en tres sedes: Paseo de la Reforma (Torre BBVA), Granada (Centro Operativo) y Atizapán (Centro Tecnológico). La torre insigne con diseño de Legorreta + Legorreta & Rogers Stirk Harbour + Partners (LegoRogers) y las otras dos a cargo de Skidmore, Owings & Merrill (SOM). La descentralización y desconcentración de las tres zonas representan un simbolismo histórico, un desarrollo urbano creciente y un necesario aislamiento industrial-corporativo. En lo formal, el imponente rascacielos; bloques desfasados con juego de alturas y volúmenes insertos en topografías periféricas. Si bien el cristal sigue siendo una constante corporativa, la tectónica del basamento, los parasoles, las terrazas y los patios (interiores y exteriores) son un común denominador.
Uno más es el diseño de interiores de SOM, famoso por sus cajas de cristal pero aún más por su permanencia y transformación como estudio de ingeniería y arquitectura desde 1936. “Sobrio y elegante” han sido sus adjetivos calificativos más recurrentes pero sin duda, rentables y sustentables al ofertar algo más que el diseño: planeación estratégica, mensajes clave, branding, arquitectura, ingeniería, desarrollo inmobiliario, interiorismo, sustentabilidad y gestión social.
Firmas como éstas (SOM: is one of the largest and most influential architecture, interior design, engineering, and urban planning firms in the world / ARUP: we are an independent firm of designers, planners, engineers, consultants and technical specialists offering a broad range of professional services. Through our work we make a positive difference in the world) han moldeado el tablero global del diseño a gran escala.
Así como el cambio de usos y costumbres en el rol de los arquitectos, las vueltas laborales a su vez evidencian que tanto el centro operativo de los setenta y el versátil tridente corporativo son testimonio del cambio político, económico y social. De la oficina moderna y el muro-cortina al coworking empresarial y la ligereza material.
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