La bienal de este año, dirigida por el chileno Alejandro Aravena —recién galardonado con el Premio Pritzker 2016—, hace converger dos caminos excluyentes: el que aborda la forma desde ejercicios endógenos sobre el espacio y el que proviene de temas transversales que afectan a la humanidad (la pobreza, el tráfico, el agua, etc). Reportando desde el frente busca identificar los desafíos que sí importan, que están conectados con la realidad y que libran la batalla desde la propia disciplina arquitectónica. Se trata, pues, de mostrar buenos ejemplos donde la arquitectura es capaz de responder a las grandes preguntas con arquitectura, para atisbar qué sigue tras la denuncia y el análisis y para entender como la creación formal sigue siendo determinante.
junio 2016