27 diciembre, 2014
por Arquine
por Fernando Reséndiz / @xolotltzcuintli
Límite creativo
Estudiando el espacio público y sus diferentes maneras de apropiación, queda claro que la ciudad y sus funciones implícitas, en un marco social, se desarrollan de manera efímera e itinerante. El espacio público es lo que construye la parte más importante de la urbe, son sus formas efímeras de apropiación y de ocupación las que lo van cambiando y evolucionando. El espacio público teje las redes de la ciudad, tiene la cualidad de tener un impacto importante en todos los aspectos de la vida, por lo tanto es importante en su cualidad de efímero; por ejemplo, una calle puede ser distinta todos los días, dependiendo de la gente que la transita o las actividades que se llevan acabo en ella. Por lo que he llegado a la conclusión, que el espacio público es un laboratorio de expresiones efímeras, con todo lo que esto implica, gente, testimonios, arquitectura, instalaciones, diseño, ocupaciones, medios, etc; todos expresando espacios e ideas de manera itinerante. Probablemente, los sin techo que deambulan en la ciudad, representen este fenómeno en la manera más necesitada y a su vez creativa. En el diseño existen arquetipos como consecuencia del proyecto, lo que sería la función mínima y básica de algún objeto diseñado por el hombre, que sugiere cumplir con un fin; sabemos que un árbol tiene una función, representando un tipo de naturaleza, sin embargo podría ser un espacio de sombra, alivio y resguardo.
El arquetipo de la ciudad, sería ofrecer -en su gran conjunto- resguardo o refugio a sus habitantes, esta sería su función básica y primaria. El diseño de la ciudades, debe o debería ser, tomando en cuenta esta función básica que representa mucho lo que sería una ciudad democrática, segura y que no segregue a sus habitantes. Es esencial que los espacios que creamos, diseñamos y mejoramos, integren los principios de un buen diseño urbano. Sin embargo, existen algunas virtudes contradictorias en su concepción, ya que el diseño de las ciudades no es una ciencia exacta y es complicado realizar una fórmula eficiente exitosa. El ejemplo claro está, cuando Le Corbusier diseñó el modelo de ciudad radiante “La Ville Radieuse”, la cual se reprodujo en todo el mundo de manera experimental y en algunas ocasiones para mantener y controlar fácilmente a cierta población, con ideales políticos precisos; después el modelo, que probablemente sea el primer intento claro de estudiar y realizar urbanismo con orden, como hoy se le conoce, ha ido fallando en varias ocasiones, generando problemas sociales graves. En todo el mundo hay ejemplos de estos bloques, o edificios muro, en ciudades creadas -como en forma de barrios- donde el experimento falló rotundamente. Los edificios acabaron por ser zonas peligrosas, con un mantenimiento muy precario, e incluso en algunos casos, con segregaciones sociales y raciales muy marcadas. Uno de los casos más extremos, podrían ser los bloques realizados por la Revolución Cubana en los 60’s, ante la crisis de la vivienda presentada por el comité revolucionario, se retoma el mismo modelo para satisfacer a los ciudadanos ante la escasez de la vivienda. Se emplearía este modelo a gran escala en las capitales cubanas e incluso en los medios rurales, generando los mismos problemas sociales. Otro ejemplo es el controversial Pruitt-Igoe, en San Luis Missouri, generando los mismos problemas sociales en la población resiliente, los bloques de viviendas fueron demolidos, cumpliendo tan solo 20 años de su inauguración. Las soluciones de vivienda social, a pesar de las buenas voluntades de la política incluyente y social, no siempre resultan beneficiosas por distintos factores, sobre todo por la nula inclusión de los actores principales hacia la toma de decisiones de estos proyectos masivos: los usuarios. Otros ejemplos que surgieron mucho después, se dieron con el Metabolismo en la arquitectura, una subtendencia del Movimiento Moderno, cambiando un poco el concepto de la vivienda mínima con algunos proyectos, con la intención de que esta fuera modular, itinerante y básica. El movimiento conceptual con sus tratados surgió en Japón y se exportaron a todo el mundo conocidas obras que sirven de introducción a este trabajo. Dentro de los mayores exponentes japoneses de esta arquitectura en Japón se encuentran: Kenzo Tange (1913-2005), Kiyonori Kikutake (1928-2011), Fumihiko Maki (1928) y Kisho Kurokawa (1934-2007); dentro de sus mayores exponentes. De los mencionados, el que idealizó un proyecto de vivienda con estas características fue Kisho Kurokawa, construyendo la torre de viviendas en cápsulas Nakagin en Tokio (1970), este ejemplo es de gran aportación a la arquitectura experimental en el mundo, sirvió como manifiesto para desarrollar posteriores propuestas. Sin embargo en 1964-1968, los arquitectos Mercedes Alvarez y Hugo d’Acosta desarrollan en avanzada uno de los proyectos más interesantes con prefabricados en módulos. El proyecto conocido como “casas modulares de cemento” es de una calidad inmensurable, concebido para solucionar viviendas que podrían ser ensambladas en un corto periodo de tiempo y que reducían los costos considerablemente. Un sistema de tipo “fordiano”, donde desde una fábrica se producían las piezas portantes, de asbesto cemento, con gran resistencia por presentar una doble curvatura, el equipamiento de servicios en su interior, era integrado a estos mismos módulos, convirtiéndolos en piezas de ensamblaje de gran eficiencia. Esta arquitectura experimental fue el resultado de una gran necesidad de vivienda que se tenía en Cuba. Sin embargo el proyecto por sus capacidades y diseño, resultó con fallas en su temperatura interior por el asbesto y problemas con la evacuación de aguas. Otra obra de relevancia, es la construida por Moshe Safdie (1938) en Montreal, el proyecto “Habitat 67” con una aglomeración de 354 cubos que en su conjunto resultaron en 146 viviendas. Estos solamente son algunos de los ejemplos, sin embargo existen muchos otros relevantes de construcciones experimentales con materiales modulares y prefabricados ligeros en la vivienda.