Las casas en el paisaje: Alberto Ponis (1933-2024)
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¡Felices fiestas!
28 noviembre, 2013
por Pablo Lazo
Después de más de 15 años de estar fuera de México y tras vivir en Londres, Hong Kong, Madrid y ahora en Sao Paulo, uno comienza a notar las diferencias en porque los grandes temas de urbanismo actuales: vivienda, movilidad, transporte, densificación, sostenibilidad y espacio público, tienen hilos conductores en común en ciudades tan distintas, como alguna vez lo menciono Jane Jacobs. Lamentablemente, estos temas atienden agendas personales de políticos e ideologías partidistas que transforman las ciudades con el paso del tiempo. En esto, Tafuri y su ideología en la arquitectura sigue más que vigente.
Esta breve reflexión la retomo ahora al saber del fallecimiento de Roland Paoletti. Seguramente desconocido para mucha gente de habla hispana, este británico fue el autor intelectual de la gran obra de infraestructura de transporte público que transformo el este de Londres y que ayudo al centro financiero de Canary Wharf a salir de la banca rota a finales de los años noventa. Cosa nada menor, si se considera que fue, dentro de un puesto público (su puesto oficial fue el de comisionado de arquitectura para la línea “Jubilee”) bajo el cual introdujo una agenda de arquitectura de calidad para las estaciones de esta nueva línea de metro. Como si supiese de antemano, el efecto de aquel valor agregado de la “buena” arquitectura en una obra de transporte público.
A él, ni más ni menos, se le debe que un proyecto de infraestructura pública, haya apostado por el diseño arquitectónico de grandes nombres para sus estaciones. Cuidó siempre del tema del presupuesto —y eso le llevo en su momento a grandes discusiones públicas, como siempre acontece en Reino Unido, con los arquitectos para no gastar más de la cuenta. Bajo su cargo se ejecutaron 10 estaciones diseñadas por los grandes nombres de la arquitectura británica: Norman Foster, Michael Hopkins, Will Alsop, Ron Heron, Ian Richite entre otros y cuyo resultado sigue recabando elogios, tanto por su eficiencia y diseño como por la “levantada” de imagen que le dio al metro de esa ciudad.
Llegó al puesto desde Hong Kong donde había sido arquitecto director para el departamento de transporte de aquella ciudad —algo impensable en la ciudad de México— para incorporar el diseño de las estaciones en el proyecto de la extensión de la línea de metro. Imaginemos si la reciente línea 12 de metro en ciudad de México o la línea 4 del metro en Sao Paulo hubiesen apostado por algo similar. Este británico hijo de inmigrantes italianos, sabía que el costo de una buena arquitectura para las estaciones es solo una mínima parte del presupuesto total de obras como estas, pero tenía el objetivo de transformar este proyecto —una línea de metro— en un orgullo de todos los británicos.
El riesgo que debió tomar en su momento fue enorme, apostando por arquitectos con muy poca experiencia para este tipo de proyectos. Extremó cuidado con todos aquellos arquitectos con quienes trabajó, los mantuvo a raya y les exigió que sus diseños cumplieran con las aspiraciones y especificaciones que requerían. El proceso, que duro poco más de 8 años desde su concepción hasta la apertura de la línea y en el cual trabaje como parte de Arup en uno de esos proyectos, me dio acceso al trato directo con Paoletti. En alguna ocasión, discutiendo la estación de Canary Wharf de Norman Foster, él comentó que si la estación no solucionaba el acceso con la plaza, el arquitecto tendría que volver a revisar su propuesta. Foster demoró ocho meses en solucionar el acceso al enorme espacio público mediante una gran cubierta semi-curva que se abría a la plaza y demostró que Paoletti tenía razón —aunque sus detractores calificaron el gesto como algo extravagante.
Retomando a Tafuri, la ideología de estas obras públicas ciertamente continuará ligada al plan de gobierno o político del momento, pero con un poco de visión y de arquitectura y con una autoridad dentro del sector público que reconozca el posible valor agregado que puede generar, quizá se tendría hoy un orgullo similar por el metro de ciudad de México.
*Arquitecto en Jefe, Jubilee Line Extension, Londres, Reino Unido
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