30 abril, 2013
por Arquine
por Sofía Provencio | @SofiaMargaritaa
El Ex Convento de Santo Domingo, en conjunto con el Jardín Etnobotánico de Oaxaca –obra viva de Francisco Toledo– y espacio icónico de la ciudad, fueron sede de la primera edición del Festival Internacional de Diseño y Artes Digitales, mejor conocido como Proyecta Oaxaca. Impulsado por el Centro de Diseño de la entidad, el festival presentó diversos trabajos, tanto nacionales como internacionales, con la meta última de promover la práctica interdisciplinaria entre diseñadores y artistas. El programa de Proyecta se gestó a través del implemento de las virtudes de los medios digitales para la creación de intervenciones artísticas inéditas producidas de manera conjunta por artistas visuales, diseñadores, cineastas, técnicos y virtuosos del uso de la luz y el sonido. Esta primera edición –del 19 al 21 de abril– se caracterizó por estar llena de contrastes y tensiones entre lo natural y lo artificial, el arte y el artesano, la historia constituida por el tiempo y las nuevas propuestas buscando hacer historia. Los diálogos impulsados por estas confrontaciones dotan a Proyecta de un sentir experimental atrevido que provocó resultados interesantes.
El colectivo europeo AntiVj, con un conocimiento sobresaliente en el ámbito digital, intervino distintos espacios del recinto para generar experiencias audiovisuales a través de geometrías lumínicas, coherencias espaciales inesperadas, mapeo del canvas natural de las plantas del jardín, pautas sonoras sobresalientes y la interposición de elementos artificiales en un entorno donde predomina el culto a las creaciones de la naturaleza. El recorrido del trabajo de las cuatro piezas creadas por AntiVj, creó una armonía efímera con los principales elementos del recinto, balanceando así las aportaciones de planta y máquina. Las fachadas del antiguo ex-Convento, construido a mediados del siglo 16, también fueron apreciadas desde nuevas perspectivas. El Dr. Lakra se encargó de tatuar una de ellas, aparentando una decadencia acelerada por el paso del tiempo; como si Santo Domingo hubiese sido abandonado décadas atrás. Mientras que Mr. Kone, artista visual mexicano quien califica su trabajo como “diseño de autor”, convirtió el mismo muro en una pasarela de personajes animados con una estética colorida y sumamente contrastante con la arquitectura del lugar.
También se proyectó el documental Panorama, cuyo contenido trajo un matiz más a las temáticas del festival. El documental trata la disyuntiva entre el quehacer de un artista en contraste con la labor de un artesano, planteamiento que va muy acorde con la situación actual de las prácticas más reconocidas del lugar, a través de las voces de figuras relevantes de la comunidad oaxaqueña. Panorama propone un diálogo para revalorizar el sustento creativo de la producción del artesano, haciendo énfasis en la importancia del diseño y la práctica artística. Al centro de la explanada principal del jardín se activó “Donají”, pieza creada por el colectivo multidisciplinario Cocolab. La estructura, compuesta por módulos hexagonales cubiertos de plumas con espejos al centro, parecía ser una suerte de nave espacial que había aterrizado ahí casi por error. La obra narraba, de forma abstracta, la leyenda de Donají, una princesa zapoteca quien fuera sacrificada y cuya cabeza fue encontrada entre un lirio de seis pétalos.
Proyecta acompañó las muestras con talleres y pláticas, impartidos por Ximena Cuevas, el colectivo Luz y Fuerza, Mr. Kone y Héctor Ayuso. Esta sección del festival sustenta una alternativa de aprendizaje y acercamiento a la utilización de los medios digitales. El resultado del taller impartido por Leslie García, Pulsum Plantae, fue expuesto dentro del ex-Convento. Su trabajo permite al espectador interactuar con plantas conectadas a sensores que traducen la energía de las mismas en ondas de sonido, dotando de voz a uno de los protagonistas principales del festival. En conjunto, Proyecta Oaxaca es un espacio sumamente coherente al contexto que lo envuelve. Temporalmente es una muestra vanguardista y determinante, la cual responde a la producción estética de las herramientas digitales, poniendo en tela de juicio los términos tradicionales que suelen limitarlas. Espacialmente, el reto de intervenir un lugar icónico permitió convertir los muros inertes de Santo Domingo, y a los seres vivos del Jardín Etnobotánico, en un canvas multifacético, agregando así un nuevo capítulo a la historia de la sede.
De todo lo mostrado en Proyecta 2013 es difícil definir con exactitud donde están las fronteras entre el diseño y el arte. El nombre oficial, Festival Internacional de Diseño y Artes Digitales, inmediatamente predispone a cuestionamientos sobre lo que define una práctica. La meta de “crear nuevos géneros”, según lo indica el texto de presentación del festival, es sumamente ambiciosa. Y aunque no cabe duda de que lo sucedido en Oaxaca permitió borrar una línea divisoria entre disciplinas, dejando una gran tarea por hacer y aterrizar un nuevo significado para los términos que definen su quehacer como propuesta cultural. El camino que seguirá Proyecta Oaxaca en futuras ediciones es indefinido. Sin embargo, dentro de esa ambigüedad existe un inmenso campo de trayectos por explorar.
© Romina Hierro
© Karina Urias