Paisajes domésticos. Dos casas en Colombia
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11 febrero, 2020
por Maximillian Nowotka | Twitter: mnowotka | Instagram: mnowotka
Playground, artefactos para interactuar de Felipe Ferrer será el próximo Pabellón de Perú en la Bienal de Arquitectura de Venecia 2020. El Patronato Cultural del Perú presento el proyecto ganador del Concurso Curatorial que reflexiona sobre cómo las rejas han condicionado la comprensión del espacio público peruano.
Una reja significa, básicamente, miedo. Pueden levantarse en las callses de cualquier ciudad peruana o a lo largo del Río Grande en la frontera de México y los Estados unidos. Sobre cómo romper ese miedo trata la propuesta curatorial del arquitecto Felipe Ferrer.
Para el arquitecto José Orrego, Director del Concurso y Comisario de la Bienal de Arquitectura, el proyecto de Ferrer reflexiona lúdicamente sobre cómo la estructura de la reja ha sido interiorizada por los ciudadanos. “Acostumbrados a los barrotes, los peruanos no nos damos cuenta de cómo la ciudad y sus espacios públicos van perdiendo la fluidez y la continuidad”, afirma.
La propuesta peruana resulta pertinente al tema planteado por Hashim Sarkis, curador general de la próxima edición de la Bienal. Bajo el título “How will we live together?”, Sarkis invita a los países participantes a reflexionar críticamente sobre el espacio vital en la sociedad. “Playground” implica una profunda reflexión sobre el espacio público y los mecanismos que pueden aislarlo de las personas.
Ferrer recurre a planteamientos muy gráficos. Por ejemplo, retira virtualmente las rejas hoy presentes en edificios emblemáticos como el Palacio de Gobierno, como un ejercicio para imaginar cómo recuperar estos espacios para la ciudad. “Lo que debe llamarnos la atención es que el acto de enrejar está normalizado. La reja se ha convertido en un elemento arquitectónico por obligación, en un ruido de fondo. Por eso no nos damos cuenta de su impacto social”.
Asimismo, la propuesta plantea reciclar rejas reales que han sido desmontadas para liberar el espacio público y construye con ellas bancas, columpios entre otros elementos, sean lúdicos o utilitarios para que la gente pueda encontrarse y departir.
La puesta en escena del pabellón peruano promete ser desconcertante. El proyecto propone enrejar el mismo pabellón peruano, incluyendo letreros de “No pasar”, y presentará una abertura que permitirá el acceso de los visitantes. “Encontrar enrejado el pabellón causará mucho impacto. Luego, el público encontrará elementos lúdicos que desmontan el carácter de la reja, los que, en lugar de separar, nos invitará a conversar y construir comunidad”, comento Orrego.
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