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Pasajes urbanos

Pasajes urbanos

24 abril, 2013
por Fernando Reséndiz | Twitter: xolotltzcuintli

Hace no mucho, a media cuadra del Metro Coyoacán y a unos pasos de la nueva Cineteca Nacional, la calle de Mayorazgo se convirtió en sede de uno de los tantos puestos de tacos famosos por su sazón urbano. Una taquería irregular, de lámina, en la vía púbica, que siempre ha sabido apropiarse del espacio y adaptarse a “mejoramientos urbanos”, mismos que algunos años después fueron causa de su desplazamiento por la inclusión de jardineras de concreto. Así, se acabó la vida cotidiana y las relaciones sociales que tenían esta calle entre el Centro Comercial Coyoacán y el Centro Operativo Bancomer de Augusto Álvarez. La famosa taquería de “Los Chupacabras” supo sobrellevar el problema y se volvió pionera en ocupar el bajopuente de Avenida Churubusco. En ese entonces, los bajo puentes se encontraban en una situación muy precaria y con poca salubridad a la vista, así que optaron por abrir una sucursal a unos pasos, sobre la avenida que en su momento entubó el Río Churubusco.

Ubicados en una zona ‘de paso’ –cruce peatonal entre el metro, Avenida Universidad y Avenida Coyoacán hacia el Centro de Coyoacán– la taquería se volvió un referente urbano de reunión a todas horas. Luego de casi tres años de haber sido reubicados temporalmente fuera del bajopuente (por estar ‘en construcción’), los tacos fueron removidos del mismo como parte del proyecto de regeneración e imagen urbana de los 22 bajopuentes del Circuito Bicentenario, aún en proceso (Bajopuentes). Actualmente esta zona sufre grandes modificaciones con futuro cataclísmico. La nueva Cineteca de rojkindarquitectos, el Museo del Cine de Taller de Arquitectura, el Centro Cultural Roberto Cantoral de Brossin Architects (todos estos ya terminados, o casi) y ‘La ciudad viva’ Mítikah de César Pelli, además de los edificios discretos edificios del IMER, Radio Fórmula, Bancomer y el centro comercial.

Todo este conjunto de elementos está transformando el barrio de Xoco y su legendario panteón, no sólo por la plusvalía de los terrenos sino por la excesiva densificación inmobiliaria. Esto se une a la ‘recuperación’ de bajo puentes con fines comerciales, a cargo de la Autoridad del Espacio Público, para reconvertir estos lugares intersticiales y de desecho urbano que propiciaban inseguridad y apropiaciones irregulares. El proyecto de regeneración ha generado espacios comunitarios al aire libre con mobiliario urbano y juegos para niños; y también espacios cerrados con locales de uso comercial y servicios básicos como misceláneas, restaurantes, bancos o veterinarias.

Después de una lucha constante por los ocupantes de la zona con producciones de arquitectura efímera, es plausible el hecho de brindar espacios para antiguos establecimientos informales contra las adecuaciones del espacio público realizadas para retirarlos. Sin embargo, la manufactura deja mucho que desear.  Los más exitosos son sin duda los bajopuentes que se han convertido en centros recreativos con juegos y skate parks. En contra parte, las ‘cajas de zapato’ y las inserciones porosas esperarán un sentido de apropiación que cambie su estado actual. Por lo pronto, el bajopuente de Churubusco es de los más concurridos al haber incluido diez locales comerciales de comida y dos grandes espacios para estacionamiento. Así, entre nuestros esculturas urbanas cotidianas –casetas de teléfono obsoletas, cajas de Telmex, postes de luz, parabuses y macetas– la situación de los bajopuentes entre invasivas estructuras publicitarias sigue una línea de contaminación visual y saturación. En conjunto y al final, malos resultados ante ‘buenas intenciones’.

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