🎄📚Las compras realizadas a partir del 19 de diciembre serán enviadas a despues de la segunda semana de enero de 2025. 🎅📖
¡Felices fiestas!
Situado en lo alto de una colina con impresionantes vistas de los Dardanelos, este proyecto consolida las torres de telecomunicaciones existentes en una sola y crea un parque público enriquecido con miradores, un centro de visitantes y un restaurante. Una situación habitual en todo el mundo, encontrar un conjunto de torres de telecomunicaciones en lo alto de las colinas. Además del impacto visual de las múltiples torres, el procedimiento estándar actual también trae consigo la erosión, la fragmentación del paisaje, la destrucción de hábitats y la pérdida de interés de los amantes de la naturaleza en esos lugares habitualmente preciosos. El impacto paisajístico de este tipo de infraestructuras se ha recibido en todo el mundo con pasividad, como si no se pudiera hacer nada, ya que, todos necesitamos estar conectados a internet, radio y tv en todo momento sin importar sus costos medioambientales y sociales.
El programa de este concurso internacional pretendía cuestionar esta postura. Se pedía a los participantes que propusieran una solución elegante, respetuosa con el medio ambiente y económicamente viable que no sólo mejorara los aspectos físicos de la infraestructura de radiodifusión consolidando las colecciones de varias torres en una sola, sino que también abriera este programa exclusivo de infraestructuras a un espacio público combinándolo con usos recreativos como una zona de exposiciones, un centro de visitantes y un restaurante. El encargo sugería diseñar esta torre icónica integrando todos los programas en un solo gesto formal.
El resultado formal del anillo exterior levitando con la torre al fondo acentúa sutilmente los contornos de las colinas haciendo de la infraestructura, el paisaje y la arquitectura un lugar de diálogo y enriquecimiento mutuo. La solución ofrecía otra característica; la creación de un jardín interior donde pudiéramos exhibir vegetación floral autóctona y restaurar el terreno erosionado con tierra sana y árboles jóvenes del bosque. Más que un paisaje domesticado, el jardín parece un lugar salvaje que difumina la distinción entre la vegetación del sitio y el paisaje forestal circundante. Sus senderos marcados con piedras locales son más sugerencias que trayectorias definidas. Las rocas de piedra como asientos completan la propuesta paisajística.
El pliego de condiciones exigía que la torre de 100 m de altura no se deformara más de 1 grado frente a vientos de hasta 160 km/h. Esto llevó a los ingenieros estructurales a idear una solución que utilizaría elementos estructurales de fachada de placas de acero de hasta 40 mm combinados con rigidizadores internos. A su vez, la torre se construiría a partir de módulos que se ensamblarían in situ. Todo el material de acabado del proyecto es acero corten. Esta opción ofrecía una unión más sutil del proyecto con los colores naturales del paisaje, cambiando también de tono según la exposición al sol y al viento.