Este proyecto es uno de los 6 finalistas al Mies Crown Hall Americas Prize (MCHAP) 2018:
SESC (Servicio Social de Comercio del Estado de São Paulo) es un centro social para el ocio y la cultura. Esta unidad ocupa la estructura del edificio construido en 1940 donde operaba una vieja cadena de tiendas departamentales Mesbla. En la esquina del 24 de mayo y Dom José de Barros, en el centro de São Paulo, se agrega al edificio comercial una institución que adquirió otras dos propiedades que fueron incluidas al complejo. El reto fue transformar la monotonía de las plantas originales estandarizadas en un programa para un complejo de espacios de culturales y de ocio: teatro, librería, estudios, salas de exhibición, gimnasio y una piscina.
El proyecto es un ejemplo de construcción sobre el legado de un ambiente urbano preexistente, demostrando las virtudes de una ciudad futura y justificando, al mismo tiempo, el uso de un sitio privilegiado en una zona icónica de São Paulo. Además de transformar la estructura del edificio de Mesbla, este centro también aglutina un edificio pequeño del barrio que fue demolido para abrir paso a la construcción de un bloque técnico reservado para servicios y equipo. En el vacío central del edificio principal, el cual es usado como una brecha de iluminación coronada por el tragaluz de la vieja sección de almacenaje, una nueva estructura independiente consistente en cuatro pilares cilíndricos soportan las nuevas losas.
Para expandir el área de las losas originales a casi quinientos metros cuadrados, la propuesta hizo que los pisos fueran continuos. En estos nuevos espacios se concentran usos que necesitan grandes vacíos, tales como un teatro insertado en parte del área de estacionamiento, la cual tiene un acceso independiente, y en la doble altura de un salón para exposiciones. Arriba, la nueva estructura soporta un nuevo volumen de tres pisos de alto, que congrega café, vestidores y una piscina en la azotea. La planta principal, llamada Plaza SESC, es una extensión de la calle, y la mayoría de los espacios sociales de la instalación están abiertos para todos. La circulación vertical gana potencia por una serie de rampas que conectan continuamente el programa del complejo e invita a los visitantes a explorar el edificio.
En SESC 24 de mayo, las aceras no separan la zona para caminar de la entrada al edificio, las puertas no son visibles e indican que las instalaciones están abiertas para todos sin restricciones. Las rampas proveen accesibilidad libre a los espacios y a los contenidos ofrecidos por la institución, además facilitan la democratización de lo cultural como una práctica individual y autónoma. El espejo de agua en la cafetería del piso 11 se ha convertido en el patio de juegos favorito de los niños.
Puedes encontrar los proyectos finalistas del MCHAP en nuestro especial del No.85 de la revista Arquine.