El Zócalo de la ciudad de México tiene 57 mil 600 metros cuadrados (240 metros de cada lado), lo que la convierte en una de las plazas públicas más grandes del mundo. Enmarcada por la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional y los edificios gubernamentales, este es el punto neurálgico de la capital, escenario para el Rascasuelos diseñado por BNKR (Esteban y Sebastián Suárez).
El proyecto es una pirámide invertida que excava a través de los estratos de las ciudades antecesoras. El Rascasuelos es la antítesis del rascacielos con un vacío central que a la vez permite luz natural y ventilación de los espacios enterrados.
De esta forma, las pirámide está formada por distintas capas de periodos históricos y un desarrollo programático de espacios que se despliega de forma vertical, hacia abajo. Los primeros diez niveles están destinados a un museo de sitio con vestigios arqueológicos; los siguientes diez son para comercio; diez más para vivienda; y 35 más para oficinas al fondo.
La intención de este proyecto de investigación es generar un diálogo y un ejercicio de reflexión más allá de buscar su realización; una contradicción de términos que genera una nueva solución a una problemática antigua.