Este proyecto es un experimento espacial sobre el uso de edificios temporales a pequeña escala para estimular su lugar de origen. La investigación parte de aspiraciones arquitectónicas originales, y exploraciones teóricas desde perspectivas macro y micro.
Las propiedades de los edificios cambian en función de la demanda, y su base material es la que determina sus propiedades: desde la choza primitiva que satisface las necesidades básicas de la vida humana, hasta la iglesia que alberga la fe común y proporciona los primeros espacios formales de reunión; el espacio vital actual tiene que mejorar la calidad de vida de los usuarios, y además satisfacer sus necesidades espirituales. Esto requiere de un nuevo enfoque arquitectónico: la detección de los problemas urbanos macroscópicos y proponer sistemas para corregirlos mediante la arquitectura. A pequeña escala, se incrementan las oportunidades de comunicación de las personas y se activa aún más la vitalidad de la comunidad a nivel macroscópico.
Basado en investigaciones teóricas previas, Wood Pavilion #2 (Pabellón de Madera #2) es un prototipo que combina teoría y práctica: partiendo de una escala humana, cada sección del pabellón se utiliza para establecer diferentes espacios que guíen a las personas y sus patrones de interacción. En cuanto al proceso específico de diseño, la estrategia de formación del pabellón parte de la escala humana, y después combina la proxémica (tanto la conductista como la ergonómica) para establecer el recorrido y comportamiento específicos de los visitantes en el espacio. Así, la gente lleva a cabo diversas actividades sociales en las distintas secciones del pabellón, mientras disfruta del armonioso entorno natural del río en el oeste, y del ambiente humanista del pueblo en el este.
Anteriormente, había una larga carencia de espacios públicos agradables y funcionales en los pueblos de los alrededores. El pabellón no sólo crea un diálogo con las formas arquitectónicas tradicionales del pueblo, sino que también sirve a los residentes locales que, en sus ratos de ocio, pueden comunicarse y disfrutar de la armoniosa relación entre el espacio arquitectónico y la naturaleza que lo rodea. La naturaleza teórica de la relación social entre el espacio y las personas queda ilustrada por el uso real que los aldeanos hacen del edificio, que se convierte en un importante nodo de espacio público que estimula la vitalidad de la comunidad circundante. Además, el pabellón se ha convertido en un destino obligado para los turistas, y también en una piez significativa e importante de la economía rural.