Esta es una casa pequeña para una familia de cinco, una pareja y tres hijos. Los precios de la tierra en la ciudad son caros y existe un sistema de disparidades flagrantes según la ubicación y el área edificable. Incluso el terreno que lograron adquirir era una dura realidad, ya que solo se podía construir una casa pequeña (61 metros cuadrados de superficie bruta permitida), con un máximo de 12 metros cuadrados por persona.

Sin embargo, para escapar de la lógica de tal economía urbana, la familia eligió vivir sin techo en la mitad de su casa, una elección desconocida y audaz (en Japón, la parte con techo se cuenta como superficie). Entonces, en esta casa, casi la mitad del área de la casa, incluida la “sala de estar”, no tiene techo.

Como resultado, la vida cotidiana aquí está expuesta al cielo, la única y abrumadora naturaleza de la ciudad. Dentro de la casa, llueve y el viento entra. Nieva y vienen los bichos. Todos los días se expone a un mundo impredecible, que debe ser difícil de entender para quienes piensan en sus hogares como activos y herramientas.

Pero la familia disfruta de esta vida con alegría. Usan los accesorios de un yate y eslingas de sol (y a veces protección contra la lluvia) como velas, y disfrutan de la libertad que solo esta casa puede brindarles. Los niños corren con sombrillas en los días de lluvia intensa, construyen una piscina en los días calurosos y se acurrucan en sacos de dormir bajo el cielo nocturno con sus amigos en el verano. Los adultos también se reúnen para hacer fogatas y están quemando algo y haciendo humo.

La pareja trabajó en interiorismo y contratación general, por lo que los primeros bocetos de ideas fueron dibujados por ellos mismos. También les gusta comprar y hacer sus propios muebles, por lo que usan los pequeños accesorios y la iluminación que han recolectado, y construyen y pintan parcialmente habitaciones e instalan cortinas para satisfacer las crecientes necesidades de sus hijos a diario. Continuarán viviendo en la casa mientras construyen las partes de sus vidas que necesitan en un momento dado.

El exterior de la casa es sencillo, con revestimiento y fajas residenciales como las que se encuentran en otras casas de la zona. El plan es pequeño y sencillo. Sin embargo, con el techo cortado, la vida diaria es divertida y densa. Conectada con el cielo y la atmósfera, la casa es como un pequeño arca que navega por la ciudad, ajustando la sombra y la forma en que vive.