El encargo era construir un edificio para una empresa comercializadora de productos tecnológicos, que contemplara áreas de trabajo en oficinas, así como un almacén con andenes de carga. Aprovechando la localización del predio —una zona industrial que en los últimos años se ha transformado en una zona mixta— para ensayar una tipología edificatoria propia de la arquitectura industrial: la cubierta diente de sierra.
Debido a que tanto el presupuesto como el tiempo eran limitados, se decidió utilizar materiales propios de la edificación industrial genérica. Estableciendo el sistema constructivo con columnas y armaduras metálicas, muros de block aparente y paneles de cemento, así como láminas de zinc para fachadas y cubierta. Todo se ordenó rigurosamente para garantizar la calidad y los tiempos de la ejecución.
Los espacios interiores fueron resueltos mediante un sistema de construcción en seco con paneles de madera osb, cristal y estructuras metálicas ligeras, lo que garantiza una atmósfera de trabajo agradable con materiales de bajo costo. A manera de anclaje local, se incluyeron barandillas tejidas con hoja de palma, que dan testimonio de los saberes artesanales que aún se encuentran en la región. De ese modo, la imagen del edificio recuerda el pasado industrial del sitio por medio de una forma industrial universal que incluye al artesanado local.