La Tallera del Proyecto Siqueiros surge en un espacio construido en 1965 para ser la casa-estudio del muralista David Alfaro Siqueiros durante sus últimos años de vida.
Fue concebida con la idea de ser un verdadero taller de muralismo para ensayar nuevas técnicas de pintura, materiales, geometrías y perspectivas.
En 2012 abrió sus puertas para acoger un programa de museo, taller y residencia artística dedicada a la producción y crítica de arte.
El proyecto de recuperación se basa en un gesto simple: girar los murales del artista desde su posición original para abrir el patio del museo a una plaza adyacente.
Al rotar los murales, el espacio de la galería se transgrede y se generan nuevas relaciones entre la galería y el visitante.
El nuevo museo se abre en un espacio de convivencia que se apropia de la plaza y que pervierte la relación del lugar con el exterior.
Estos grandes murales se constituyen como las piezas de vínculo entre el edificio que contiene el programa y la plaza, y a su vez son los muros portadores del programa que separa la residencia artística del taller.
Los murales y muros que componen el espacio se develan al momento de cruzar una celosía perimetral que envuelve el lugar para delimitarlo ante el contexto urbano, que se convierte en una pieza escultórica en sí misma.