El nuevo Campus del Colegio Pequeno Príncipe, se asienta en un terreno de 20.000m² situado en el sur de Ribeirão Preto, Brasil. El diseño busca combinar la reconocida pedagogía de la escuela con las posibilidades que ofrece el terreno.
La integración de los edificios con los espacios exteriores y la naturaleza fue uno de los principios del diseño, reforzando el deseo de crear edificios abiertos y permeables en todo el campus. Partiendo del terreno con una ligera pendiente hacia el oeste, colocamos cuatro bloques independientes para aprovechar al máximo la geografía y las vistas del terreno.
Esta estrategia pretende minimizar los movimientos de tierra y aprovechar los diferentes niveles de cada ciclo, para crear espacios exteriores autónomos. Al mismo tiempo, una gran plaza central tiene la escala necesaria para acoger a toda la comunidad escolar.
El paisajismo cuenta con más de 200 árboles nuevos y su diseño pretende ser una continuación de los espacios internos de cada bloque. La construcción de cada bloque sigue el mismo principio rector: una estructura de hormigón prefabricado combinada con parasoles y cobertizos, que proporcionan un buen rendimiento climático.