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Obras

Casa Álamos

Casa Álamos

Nombre del Proyecto

  • Casa Álamos

Arquitectos

  • Estudio Galera

Página Web

  • www.estudiogalera.com

Equipo

  • Ariel Galera, Cesar Amarante, Diego Ballario, Francisco Villamil

Ubicación

  • Pinamar, Provincia de Buenos Aires, Argentina

Fecha

  • 2016

Fotografía

  • Federico Cairoli

 

La vivienda se eleva del suelo dejando su huella, permitiendo fluir el paisaje de pinos a la vez que crea un circuito para que la vida suceda y liberando el 94% de la superficie del lote. En planta baja, una caja cerrada ayuda a la liberación del suelo bajo la casa. Acceso, servicios, parque, parrilla y lugar para reuniones y esparcimiento se encuentran en planta baja.

Al subir, el paisaje de pinos comienza a sospecharse a través de las rajas horizontales y una vez en planta alta, la casa se abre como un mirador al entorno boscoso carente de vecinos. Ésta es una planta simple: la zona pública se encuentra abierta en los laterales y como remate hacia la esquina un tabique cuelga con una abertura, un recorte que encuadra el bosque frente a la casa.

Subiendo, hacia el centro del lote, la zona de refugio: el dormitorio principal y un dormitorio con cerramiento flexible que permite utilizarlo la mayor parte del año como dormitorio y sala de juegos para la niñas mientras que los días en que hay visitas, se deslizan paneles corredizos para dividir el espacio y generar una segunda habitación. Dos pares de columnas inclinadas y unos pocos tabiques trasladan las cargas estructurales al terreno de arena.

Las columnas inclinadas reciben las cargas de dos vigas cortas, las cuales a la vez toman las cargas de otras dos vigas largas de las que cuelgan los tensores que soportan la losa/piso de planta alta (cubierta de planta baja). Sobre la losa superior las grandes (altura, espesor) vigas cortas –lejos de ser un oxímoron- se despegan de la losa de cubierta, permitiendo el paso rápido de las aguas de lluvia bajo ellas.

Todos los días, durante todo el año, con intensidades diferentes, las sombras proyectadas desde la pantalla colgante de concreto al este, desde los parasoles y su vegetación al oeste, por las perforaciones circulares de la chapa en planta baja o por el pliegue de la losa de cubierta sobre el comedor, se deslizan en el interior modificando la percepción del espacio, generando climas y situaciones que rompen la rutina. Asimismo, la presencia de las columnas inclinadas y un espacio de aire bajo los voladizos crea luz y sombra a la vez que ofrece un aire fresco en verano.

La costa Argentina presenta variaciones de temperatura entre invierno y verano de 40 grados. Inviernos de -5 grados y veranos de +35 grados son habituales. Es por esto que las viviendas de uso permanente necesariamente deben brindar confort térmico durante todo el año. La casa fue construida con tabiques de concreto cuya alma es una placa de poliestireno expandido. Esta simple acción disminuye la perdida térmica entre interior-exterior además de reducir a cero la posibilidad de condensación por diferencia de temperatura entre las caras de los tabiques.

Además de la aislación hidrófuga necesaria, la losa de cubierta se cargó con concreto celular. Al oeste, el frente vidriado permite amplias vistas al bosque. Esta fachada cuenta con un bosque propio: sobre un camino técnico de 80 centímetros de ancho, se colocaron diferentes especies de plantas a modo de cortina verde, generando sombras y brindando privacidad al interior a la vez que funciona como una cámara de aire aislante.

Minimizar el costo de mantenimiento, se mide en dinero o energía/tiempo de los usuarios. Dado que ninguna de las dos cosas abunda, la casa se proyecto para reducir el costo de mantenimiento: estructuras de concreto armado visto y pisos industriales de cemento alisado. La casa no ha de tener forma de chalet ni de dúplex, sino que debe contener aquellos elementos que permitan comer, dormir, correr, jugar, leer, escuchar música, reunirse con amigos.

 

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