Un pabellón que es un muro, como una cremallera abierta (unzip), que contiene un espacio interior. Esa es la propuesta del arquitecto danés Bjarke Ingels —participante en MEXTRÓPOLI 2016— para el Serpentine Gallery Pavillion. El resultado es una forma libre y curva, pero fuertemente modulada: “escultural, al mismo tiempo opaca y transparente, una caja sólida y un objeto fluido”.
Partiendo de “uno de los elementos más básicos” de la arquitectura –el muro–, BIG propone un diseño hecho a partir de ladrillos de fibra de vidrio colocados unos sobre otros que constituyen una pared en cuya parte superior aparece como una línea recta, mientras que en la parte inferior genera una entrada al interior del pabellón al tiempo que conforma una colina hacia el parque. En el interior, la estructura de color blanco y aspecto traslúcido, albergará una cafetería y un espacio para eventos durante el día y el programa anual de Park Nights por las noches.
Junto a este diseño se han presentado las cuatro summer houses que, a modo de follies o caprichos, tendrán la función de complementar el programa del pabellón y enriquecer las vistas y espacios de la institución londinense. Cada uno de estos proyectos reinterpreta, a su manera, el templo de la Reina Carolina, un edificio construido en 1734 en las cercanías de los jardines de la Serpentine.
La más directa en este sentido es la propuesta de NLÉ. El estudio africano ha diseñado una “réplica inversa” del mismo templo. Construido en piedra arenisca similar a la original, el diseño se concibe como un tributo al templo original “la robusta forma, el espacio y el material, se descomponen en un nuevo y fuerte objeto escultórico”.
El diseño de Barkow Leibinger responde, sin embargo, a una estructura del siglo XVIII –ahora demolida– que se ubicaba en Hyde Park y desde la que se disfrutaban vistas en 360 grados sobre el entorno. La propuesta retoma aquel viejo diseño y configura una nueva instalación realizada con una serie de bandas de madera estructural.
El más veterano de los participantes, Yona Friedman (93 años), continúa en su propuesta las exploraciones en torno a “La Ville Spatiale”, una forma de repensar la arquitectura en un mundo flotante y sin límites, donde la libertad y movilidad de los usuarios queda definida por una retícula espacial. La summer house es, en sí, un fragmento de esa retícula que puede ser desmontado y configurado de distintas maneras.
Por último, el diseño realizado por Asif Khan parte de una relación espacial y temporal con el lugar y el antiguo templo realizado por el arquitecto William Kent. El pequeño templo del siglo XVIII está perfectamente orientado para que quede completamente iluminado al amanecer del día 3 de marzo –fecha del cumpleaños de la Reina Carolina–. Por su parte, Khan intenta recrear ese efecto mediante un piso de metal pulido y tres habitaciones alineadas y encerradas por una serie de columnas de madera, que ofrecen vistas hacia el exterior.
Al igual que BIG, ninguno de los arquitectos elegidos tiene un edificio permanente construido en Inglaterra, aun. Su objetivo será complementar la comisión del pabellón “ofreciendo a los visitantes una experiencia sin igual” en la que se combinan diversas visiones, generaciones y nombres de la arquitectura actual: “la selección de los arquitectos, elegidos por extender constantemente los límites de la práctica arquitectónica, apunta al núcleo curatorial de la institución: la introducción de artistas y arquitectos contemporáneos a un público más amplio.”