Obras

A ROOM | Pabellón MEXTRÓPOLI 2017

A ROOM | Pabellón MEXTRÓPOLI 2017

Proyecto arquitectónico

  • Salottobuono + Enrico Dusi Architecture

Colaboradores

  • Arin Alia, Matteo Bassi, Roxani Maragkoudaki

Fotografías

  • Moritz Bernoully

Asesor de ingeniería

  • Sinergo Spa

Constructor

  • Factor Eficiencia

Año

  • 2017

 

El pabellón ‘ROOM’, ganador del Concurso Arquine No.19, fue construido durante el marco de MEXTRÓPOLI 2017 en la Alameda Central de la Ciudad de México. Esta instalación es un espacio triangular de 43m2, envuelto por paredes de 4m de altura y construidas con bloques de concreto. En el exterior, la superficie de las paredes conservan la imagen aparente del material; al interior, es pintado en color rosa (RAL 3015).

Esta ‘habitación’ tiene una entrada circular de 2 metros de diámetro y una pequeña ventana de 60cm de diámetro, situada a 2,8m sobre el nivel del suelo. Ambos vanos se realizan con elementos de concreto prefabricado –similares a los cabezales que se utilizan para la descarga de aguas residuales–. En caso de ser necesario cerrar la entrada al pabellón, se pueden colocar un par de paneles de madera al frente. Esto es todo lo que puede decir acerca del diseño de ‘ROOM’.

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La instalación incluye ciertas cosas y excluye otras, al separar un espacio interior de uno exterior. Produce una pequeña región donde la presión urbana de la Ciudad de México es absorbida y suspendida provisionalmente. Al exterior, las paredes ofrecen 120m2 totales como superficie de exhibición para MEXTRÓPOLI 2017, pero también pueden ser pintadas, mantener estructuras temporales, ser cubiertas por publicidad o vandalizadas. Al interior, un silencio –”un fragmento de desierto”– contiene la memoria del origen. La instalación no sugiere una actividad específica, ni intenta forzarla: es lo suficientemente generosa para aceptar lo impredecible.

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Finalmente, el pabellón ‘ROOM’ se desmonta fácilmente o, en su caso, se demuele. Al ser construido con un material tan común, puede ser recolectado y reciclado, se pueden producir nuevos bloques de concreto a partir de los antiguos. Pero esta ‘habitación’ está destinada para permanecer. Reciclar el pabellón aquí no significa necesariamente moverlo a otro lugar. La confrontación entre una vida útil de dos semanas y el esfuerzo necesario para la producción de esta obra de arquitectura “efímera” es simplemente absurda. Preferimos imaginar que la vida real de esta ‘habitación’ iniciará al final del festival, cuando la ciudad entera proyecte sus sueños y deseos en este pequeño artefacto.

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