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¡Felices fiestas!
En un contexto donde las dinámicas de trabajo son cada vez más flexibles, el diseño de Dimitri Roussel y Nicolas Laisné se basó en tres principios rectores: crear espacios de trabajo atractivos, formar lugares de encuentro y ofrecer un uso flexible.
Manejar estos desafíos desde el punto de vista de la arquitectura mediterránea los llevó a proponer espacios de trabajo al aire libre.
El edificio está ubicado en el corazón de un espacio verde. Las terrazas tienen jardines, pero también están conectadas para transformarse en una estación de trabajo o una sala de reuniones informal. Las fachadas transparentes permiten la entrada de luz, mientras que los voladizos de la terraza brindan protección contra el sol, creando un ambiente de clima controlado.
Otra decisión importante del proyecto supuso trasladar todos los pasillos y corredores al exterior. Por lo general, estos se ubican en el centro de edificios de oficina tradicionales, por lo que moverlos liberó pisos enteros. La sensación de espacio se amplifica con la eliminación de los falsos techos habituales, con todos los elementos técnicos gestionados dentro del suelo. El uso de una técnica de construcción basada en columnas y vigas libera espacio en las plataformas y ofrece una mayor flexibilidad en la disposición de los espacios. Con el potencial de espacios abiertos, oficinas individuales, particiones o estaciones de trabajo modulares, el espacio está diseñado para satisfacer las necesidades de cualquier empresa.
Estas innovaciones ofrecen no solo la máxima libertad para los ocupantes en el diseño elegido, sino que los pasillos también animan las fachadas y son ideales para discusiones informales al aire libre, con vistas a un jardín.
Diseñar y crear edificios duraderos, que sigan siendo relevantes, se adapten y no estén restringidos o definidos en base a un programa existente, es un gesto ecológico significativo.
Con este proyecto, Nicolas Laisné y Dimitri Roussel querían distanciarse del enfoque estándar del diseño inmobiliario corporativo, el de vidrio. El “muro cortina”, a menudo es sinónimo de proyectos que consumen mucha energía. Por su parte este proyecto refleja una estrategia de diseño sostenible. El diseño del edificio está optimizado para responder a las inclemencias del tiempo: creando voladizos en función de la orientación, aprovechando la energía solar en invierno para reducir el consumo de energía de calefacción y proporcionando protección del sol en verano para mejorar las condiciones de trabajo. Las áreas de terrazas y pasillos se utilizan para crear un ambiente de clima controlado y maximizar la ventilación natural.