Huésped del Edificio Francia
El edificio Francia que se ubica en la esquina de la avenida Álvaro Obregón y la calle Jalapa en la [...]
9 diciembre, 2016
por Anna Adrià
Hay muchas formas de iniciar una colección. Rara vez es un evento planificando, simplemente se da por el afecto y gusto particular del coleccionista, quien define el orden, los límites y a(r)ma su colección.
Uno de los ejercicios del Posgrado Espacio Efímero 2016 consiste en diseñar una exposición a partir de una colección existente y un espacio real. En esta 2ª Edición, se eligió la colección de objetos ARCHIVO Diseño y Arquitectura, que debía exponerse en la sala que tiene dicha institución en el primer piso.
Esta micro-exposición sirve de prueba piloto para un espacio destinado a la reflexión sobre la colección permanente. El encargo era claro: diseñar una instalación con los 1,500 objetos de la colección sobre una tarima de cuatro metros cuadrados, ya existente. Los alumnos decidieron romper los límites establecidos para abarcar la totalidad de la sala.
¿Cómo mostrar una colección de objetos de diseño cotidiano? De todos los elementos del acervo, algunos son impresionantes ejemplares de diseño, otros son objetos que uno puede encontrar en su casa.
¿Cómo diseñar una instalación sin presupuesto y en muy poco tiempo? Recordemos que se trata de uno de los ejercicios de este programa académico, para el que los alumnos se encargan de todo: concepción, diseño, producción y montaje. La exposición estaría abierta al público sólo una semana, así que la propuesta debía de ser fácil y rápida de instalar.
Ni orden, ni afecto aprovecha la vocación de análisis y reflexión de este espacio para exponer una aproximación a la colección como un universo con un potencial de la lectura y exhibición libre. Se seleccionaron una serie de elementos, se tomaron fotos que muestran su relación con el cuerpo humano: dándole un uso lógico o, por el contrario, proponiendo una nueva forma de utilización.
Estas imágenes se fueron capturando al mismo tiempo que se preparaba toda la estructura para exponer las fotos. Se aprovechó la infraestructura existente y con 20 tubos de PVC blanco se trazó una retícula de la que se colgaron las fotografías. La finalidad del ejercicio era dar a ARCHIVO una nueva forma de mostrar y catalogar su acervo.
El resultado fue una nube de 208 imágenes colgadas a la altura del ojo humano. Estas fotografías, al igual que la colección de ARCHIVO, se pueden tocar, pasear entre ellas, permitiendo variar el punto de vista según lo que quiera o se atreva a hacer el visitante.
El edificio Francia que se ubica en la esquina de la avenida Álvaro Obregón y la calle Jalapa en la [...]
El carácter efímero de la luz tiende a estar abierto a narrativas e interpretaciones personales.