De la interconexión (y las dimensiones) al amor tácito: una conversación con Damián Ortega
"Damián Ortega: Pico y Elote" se exhibe ahora en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Conversamos ahora con el [...]
18 junio, 2013
por Mariana Barrón | Twitter: marianne_petite | Instagram: marianne_petite
El arte in situ es evidentemente una forma de experimentar la creación artística desde primicias que tienen que ver con el espacio – asignado – como elemento de creación y contenido. Los ejemplos son varios, recordemos a Cai Guo-Quiang: Resplador y Soledad (2011) en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) cuya instalación evocó al pasado prehispánico del paisaje del Valle de México o bien, a la colombiana Doris Salcedo quien en 2007 fue quién intervino la rampa de entrada de la Tate Modern en Londres haciendo una grieta en el piso, llamada Shibboleth significando la ruptura de la modernidad y la exclusión de las sociedades post-coloniales en un mundo occidental.
A manera de instalación formando parte de la Sala Gamboa del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, “Memoria Pétrea” genera un diálogo no sólo con el espacio arquitectónico, sino que a este se le adhieren los procesos realizados por Arcadio Vera (México, 1978) quién genera discursos a partir de la acción de manipulación del material, además de indicar que lo artesanal y lo artístico no son desconocidos, en el contexto contemporáneo del arte. El trabajo de Arcadio Vera tiene que ver con la energía que conlleva la el trabajar con un material – la cerámica – donde explora sus características físicas y su maleabilidad para generar formas.
Las hay grandes, delgadas, regulares, irregulares y quemadas. Todas ellas situadas en la sala, donde probablemente se perciba como algo espontáneo. Cada figura, una detrás de otra, nos recuerda a una disposición de formas que no mucho se aleja del contexto inmediato. Las reminiscencias espaciales que guarda esta instalación nos traslada a algo extenso, pero sin necesidad del abuso de la escala. La ciudad pétrea que recrea Arcadio Vera nos deja percibir la relación de los micro-ambientes urbanos recreados en miniatura y la visión desde lo alto de un todo. Aunado a esto, el ventanal de la sala guarda una comunicación constante con el afuera, que a su vez, está comprendido de un jardín intervenido por esculturas, con grandes autores como Tosia Malamud, Germán Cueto, Ángela Gurría, Manuel Felguérez, Estanislao Contreras, Herbert Hofmann-Ysenbourg, Mathias Goeritz, Juan Soriano entre otros, donde cuyo posicionamiento – mas no forma – pareciera tan natural como si fueran árboles. Jardín que se expande hasta reconocerse insertado en un gran hoyo negro que podría ser la Ciudad de México. Uno en uno los micro-ambientes se sobre-tejen de manera formal, tomando de partida tal vez, un pequeño prisma largo de cerámica quemada.
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