Los dibujos de Paul Rudolph
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17 mayo, 2018
por Miquel Adrià | Twitter: miqadria | Instagram: miqadria
Mario Bautista O’Farril nació en Puebla un 14 de febrero de 1930 y falleció hoy en la misma ciudad. Estudió arquitectura de 1949 a 1953 en la Universidad Nacional Autónoma de México, con maestros de la talla de Vladimir Kaspé, Jorge González Reyna, Félix Candela, José Villagrán y Francisco Serrano.
Una combinación de buenos maestros y poca bibliografía lo llevaron a reconocerse en Mies van der Rohe. Su influencia fue notable, aceptando que “una vez que te gusta su arquitectura es difícil que te alejes de ella”. Fue Vladimir Kaspé quien lo orientó y si bien no coincidió ni con Augusto H. Álvarez ni con Mario Pani, Mario Bautista admiraba el talento de éste último como promotor de sus propios proyectos. Por otro lado, su fascinación por la obra de Candela era absoluta. Así, cuando recorrió Ciudad Universitaria y vio su pabellón de rayos cósmicos se quedó —según recuerda— con la boca abierta: “Qué maravilla de arquitectura es ésta, con una lámina de concreto delgada para dejar pasar todos los rayos cósmicos, era una preciosidad, esas cosas a mi me gustaban mucho, era muy aficionado a entender todo lo nuevo porque es lo que yo quería hacer, algo diferente, no irme a la arquitectura clásica sino adaptarme a la época contemporánea”. Bautista siempre estuvo fascinado por lo nuevo, por la tecnología, los nuevos materiales y los procedimientos novedosos de la construcción.
En poco tiempo el arquitecto Mario Bautista se convirtió en un referente de la modernidad en un contexto poblano sumamente conservador, donde la arquitectura tenía que someterse a los lineamientos del pasado. Algunos clientes vieron en su trabajo una arquitectura similar a la que estaban desarrollando en El Pedregal de San Ángel de la Ciudad de México arquitectos como Francisco Artigas, las Case Study Houses californianas y, evidentemente, la radicalidad de las cajas de acero y vidrio de Mies van der Rohe. Sus casas se ubicaban en áreas suburbanas ya que el centro de Puebla siempre estaba controlado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Fundador de la Facultad de Arquitectura de la BUAP, realizó muchos proyectos reconocidos a nivel nacional e internacional. Entre sus obras más destacadas se encuentran el Edificio Lastra, un edificio mixto —habitacional con supermercado en planta baja—muy exitoso. De hecho fue el primer edificio moderno que se construyó en Puebla, con elevadores, mosaicos venecianos, cancelerías de aluminio y grandes cristales de lado a lado.
En 1968, fue nombrado director general del Instituto Nacional de la Vivienda, que sería el antecesor del Infonavit, y con un buen grupo de profesionales hicieron un estudio de la Vivienda en el Distrito Federal. En aquel entonces se tenía calculado que la población se iba a quintuplicar en unos cuantos años y resultó cierto. En ese entonces realizaron un proyecto visionario que protegía el primer cuadrado de la época precortesiana donde se ubican los valores antiguos que todavía están siendo investigados, y proponía una serie de proyectos que lo protegieran.
Posterior a este periodo de administración, en 1975, con la colaboración de Elsa Alonso, realizó la Torre Géminis que fue el primer edificio en régimen de condominio en Puebla.
El arquitecto Mario Bautista creó espacios ultramodernos y lidió con el tiempo, dejando un valioso legado de arquitectura moderna.
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