18 junio, 2021
por Arquine
Inspirándose en el proverbio africano “se necesita un pueblo para criar a un niño”, los arquitectos decidieron romper con el modelo imperante de la escuela como megaestructura. En cambio, el programa original fue deconstruido y reagrupado en muchos edificios más pequeños y distintivos que, junto con el paisaje intermedio, forman un pueblo diverso y vibrante como un campus educativo.
La “biblioteatro”
La biblioteatro está estratégicamente ubicada para servir tanto a la escuela como a la comunidad. Una biblioteca, un teatro y una caja negra se entrelazan como un rompecabezas chino para formar este edificio característico que algunos llaman “la ballena azul”, mientras que otros lo ven como un trasatlántico. La yuxtaposición de la biblioteca y el teatro provino de nuestra creencia de que la lectura y la interpretación son dos componentes de importancia crítica en la educación temprana.
Gym Canteen
Gym Canteen se compone de dos cajas blancas con esquinas redondas, gimnasio y piscina, que flotan sobre la caja de cristal transparente de la planta baja. Un atrio de vidrio vertical muestra los movimientos dentro del edificio.
El Centro de Artes
Ubicado en el centro del campus, el Centro de Artes se asemeja a un diamante negro de corte preciso, que se ve diferente desde distintos ángulos. Las artes visuales se apilan sobre los programas de artes escénicas. Cada uno tiene un atrio de doble altura que penetra a través del volumen del edificio y trae abundante luz. Los dos atrios se entrecruzan y se interconectan para formar el área pública central que funciona como galerías de exhibición.
Learning Cubes y Admin Lab Building
Las aulas de enseñanza se alojan en grupos de edificios cúbicos revestidos con tablas de bambú. Los cubos de la escuela primaria tienen paredes perimetrales curvas, mientras que los cubos de la escuela secundaria tienen paredes dobladas. El edificio prefabricado de hormigón blanco con aberturas en forma de cápsula en la entrada principal es el Admin-Lab.
El paisaje
Consideramos la naturaleza como parte integral e inseparable de la educación. Así, el diseño del campus aborda los espacios abiertos exteriores con la misma importancia que los edificios. Los jardines, los humedales, los bosques, las colinas, los senderos para correr y los patios de recreo integran el campus en un sistema orgánico con un metabolismo saludable. Juntos, los edificios y el paisaje intermedio crean un entorno físico rico y dinámico que facilita el crecimiento de los niños.