Experiencia virtual de Rojkind Arquitectos en el metaverso
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¡Felices fiestas!
8 diciembre, 2022
por Mónica Zamora | twitter: @badayezz | instagram: @badayez
La digitalidad cada vez se apropia más -en buen sentido- de nuestra realidad tangible, y en el arte no hace una excepción. Así como la creación y la producción de las obras se han visto atravesadas por las nuevas tecnologías, también se han transformado las maneras en que se exhiben las obras.
En el arte digital esto ha sido una problemática por su propia naturaleza: ser intangible, su archivo y documentación, su conservación y la obsolescencia programada; pero esto no ha detenido el vínculo entre el arte y la tecnología ya que sigue en aumento dependiendo las circunstancias socioculturales de cada época, el arte así como las herramientas digitales se transforman y mutan. En palabras de Mayko Gadea, “estos cambios implican, probablemente, redefiniciones sustanciales en el mundo de las ideas e imaginarios en donde tradicionalmente el arte ha sido protagonista de la exploración y representación”.
Cada época tendrá sus técnicas, herramientas y definiciones de arte que más le sean atractivas respetando su espacio/tiempo. Ahora bien, con la llegada y popularidad de los NFTs o Tokens No Fungibles, también se ha tenido que cuestionar y replantear la forma en que se realiza la y exhiben las piezas. Los NFTs son tokens o fichas que funcionan gracias a la tecnología blockchain y entre sus diversos beneficios se encuentra el poder certificar la autenticidad gracias a la trazabilidad de los activos. Existen múltiples categorías y formatos de los NFTs: videojuegos, bienes raíces, arte, utilidades, moda y más. Este formato de distribución y colección se ha convertido en la forma más segura hasta el momento de poder verificar el historial de las obras de arte, no sólo digitales, sino también físicas.
2021 fue un parteaguas para diversas industrias, especialmente para las creativas; fue un año en que las principales instituciones de arte, galerías y casas de subastas adoptaron e introdujeron colectivamente el formato de NFT en espacios físicos como en nuevos espacios digitales, y con ello, enfrentándose a lo que ésto conlleva.
Soportes físicos para lo intangible
La manera tradicional de exhibir obras digitales son las pantallas como las televisiones y los proyectores, este formato es continuamente usado por artistas, curadores, galerías y casas de subasta; eso sí, nunca fallarán. A pesar de que es la primera opción que se viene a la mente cuando se expondrán obras digitales, en la comunidad NFT ya es bastante cuestionable el uso al 100% de pantallas; se alienta a desarrollar otros formatos, tomar diferentes medidas, ya que las posibilidades con lo inmaterial son miles; lo ideal, al menos para los NFTs, es que el dispositivo pueda fungir como soporte nativo con conexión a la billetera para visualizar los coleccionables.
Un ejemplo del uso de pantallas fue la exhibición de arte y tatuajes que se llevó a cabo en Tokyo en 2021, organizado por el artista Ichi Hatano donde curó una exposición donde se involucró la realidad aumentada en cada una de las obras.
El artista Victor Langlois, mejor conocido como Fewocious, es uno de los mayores representantes del arte digital NFT de forma internacional con tan solo 19 años de edad y con un mercado valuado en más de $26M de dólares. Él ha tenido diferentes subastas y exposiciones en una de las mayores casas de subasta como Christie’s, como lo fue en junio de 2021 donde fueron vendidas 5 obras físicas con su contraparte digital en blockchain. Este es otro caso dónde las pantallas son usadas, pero la parte física no se deja a un lado.
Por otro lado, sin dejar atrás el uso de las pantallas, hay proyectos involucrados en NFTs que manifiestan sus curadurías de formas diversas y creativas. Aquí unos ejemplos:
Una exhibición curada por BlockCreateArt en Beijing 2021, titulada “Virtual Niche: Have You Ever Seen Memes in the Mirror?”, donde había obras digitales y contrapartes físicas como una impresión 3D de un retrato cifrado en blockchain. Otro detalle importante es que ciertas piezas solo se mostraron por lapsos específicos ya que necesitaban un software especial (VPN) para eludir los controles de censura y así lograr acceder a las plataformas internacionales en donde se encuentran los NFTs.
Otro caso reciente es de la exposición “Roads Not Taken” en Barcelona durante el famoso festival OFFF. Este evento en su 21° edición fue en el Museo de Diseño, donde asistieron personas de diferentes áreas artísticas y culturales, durante los diferentes workshops y ponencias; entre una instalación con luces y pantallas 4K estuvieron obras de artistas como Joshua Davis, Brendan Dawes, Six N. Five, entre otros.
Hacia lo nativo en los NFTs
Por otro lado, hay empresas que se han enfocado en desarrollar marcos especiales para el arte digital, tal es el caso de Infinite Object y Tokenframe.
En el caso de Infinite Objects, tienen diferentes tamaños de marcos y los puedes pedir de forma internacional; se logra visualizar cualquier archivo digital, no necesariamente tokens, aunque sí se tiene la opción de conectar tu wallet de Metamask. Desde 2021 se ha posicionado con la marca de marcos relacionada con los NFTs y ha tenido colaboraciones con Lumen, Superchief Gallery y con la NBA. Actualmente es liderado por el mayor marketplaces de NFTs, Open Sea.
Tokenframe por su parte, ha estado reforzando su presencia en el arte tokenizado como uno de los mejores marcos para coleccionistas y galerías. Según el fundador Damian Medina, el proyecto está basado cien por ciento en la autenticidad, ya que solo se pueden exhibir los tokens no fungibles que estén en tu cartera. También cuentan con su propia app para verificar las obras, siendo accesible para más de 50 billeteras diferentes.
La forma de exhibir obras de arte digital tokenizadas seguirá mutando y veremos nuevos acercamientos y discursos desde la naturaleza de la obra: lo inmaterial.
Este camino está conformado de retos y también de oportunidades para los agentes artísticos. Así como VerticalCrypto Art, CryptoArg o el MoCDA (The Museum of Contemporary and Digital Art) que han creado y desarrollado diversas iniciativas para alentar a grupos de curadores a continuar explorando la vida online y las temáticas que surgen entre la fusión del arte y la tecnología blockchain.
Por otro lado, también se encuentran las galerías o espacios en línea donde se puede construir y diseñar desde cero, como Decentraland, Sandbox, OnCyber, Spatial, entre otras plataformas. Sin duda el año 2021 apenas fue una catapulta para aproximarnos hacia la popularidad de este formato NFT, falta bastante por explorar y seguir descubriendo nuevas áreas de oportunidad para el arte y el diseño en las diferentes industrias.
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