Los dibujos de Paul Rudolph
Paul Rudolph fue un arquitecto singular. Un referente de la arquitectura con músculo y uno de los arquitectos más destacados [...]
2 febrero, 2014
por Miquel Adrià | Twitter: miqadria | Instagram: miqadria
El próximo sábado 22 de marzo se presentará el libro Encajes urbanos. Javier Sánchez 2004-2013, junto con las monografías recientes de Michel Rojkind Sobrestimulación, at103 La arquitectura (no) importa y Jorge Ambrosi, así como el quinto volumen de Lo mejor del siglo XXI, arquitectura mexicana 2011-2012, en la Biblioteca de México “José Vasconcelos”. Ciudad de los Libros, Ciudadela.
Esta nota es un fragmento del ensayo que escribí. (Ver parte 1 y parte 2)
Las obras que se publican en esta monografía abordan desde distintas estrategias los temas recurrentes en los edificios de vivienda. Se enfatizan aspectos tipológicos, estructurales y funcionales desde la distribución en planta y, sobre todo desde la sección. Lo primero es indispensable para satisfacer las necesidades del mercado. Lo segundo confiere espacialidad y complejidad arquitectónica.
Así el edificio de la calle Progreso es un buen ejemplo de lo primero, donde toda la estrategia está en una planta centrifugada alrededor de un núcleo elíptico que contiene todos los servicios y libera la distribución de los dos departamentos por nivel. En Temístocles la apuesta es estructural. Cuatro muros de concreto cruzan el edificio y se eluden las columnas intermedias. Y en Veracruz la exploración del corte no sólo expande los potenciales normativos sino que confiere una notable calidad y complejidad de los espacios domésticos, donde las áreas públicas tienen nivel y medio mientras que las privadas son de un solo nivel. Aquí, la fachada es la expresión misma de la sección y probablemente, una de las obras más maduras y ejemplares de Javier Sánchez.
En la calle Tabasco de la colonia Roma la variedad tipológica amalgama dos departamentos de un nivel con siete dúplex, con patios y terrazas, a ambos lados de un patio que vertebra el lote a lo largo. Y en la calle Prosperidad, en la colonia Escandón colindante con la colonia Condesa, la exploración en sección permite escalonar diez departamentos helicoidalmente alrededor de un núcleo central de circulación vertical.
Como sucedió en la calle Veracruz años antes, el conjunto Amsterdam es la suma de distintos proyectos que se fueron realizando consecutivamente sin un plan predeterminado. En buena medida Javier Sánchez persevera donde ve la oportunidad. Primero fue el rescate de unas ruinas modernas que albergaron el Gimnasio Qi al que le siguió un edificio de departamentos contiguo con departamentos que exhiben sus dobles alturas y terrazas entre cartelas de concreto sobre la Avenida Amsterdam. Posteriormente, otro edificio con siete departamentos complementó el conjunto, al que se sumó el lote de la calle posterior. Así se aprovecharon las oportunidades normativas al incluir el predio ubicado en la avenida Insurgentes, construyendo un edificio de diecinueve niveles con usos mixtos y estimulando la regeneración de una avenida muy deteriorada. De este modo se logró una vez más, la regeneración de la ciudad por acumulación de acciones independientes con un enfoque y una autoría común.
Exportar
Un viaje a Perú, invitado a participar en una exposición de arquitectura mexicana en el Colegio de Arquitectos local, abrió las puertas a la internacionalización de Javier Sánchez. Un primer proyecto, el 22, articula cuatro departamentos como volúmenes yuxtapuestos alrededor de un patio central y abiertos a las vistas hacía una playa. Le siguió la remodelación de una casa en el barrio limeño de San Isidro desde su propio lenguaje e incursionando con los materiales locales. De ahí JSa abrió oficina permanente en Lima, atendiendo a una selecta clientela que ve en el arquitecto mexicano la síntesis entre la arquitectura contemporánea global y los signos de identidad latinoamericanos.
Colaborar
El Centro Cultural de España es el resultado de un concurso en el que ganaron Javier Sánchez junto con Jose Castillo y Saidée Springall. Se amplió y consolidó el edificio colonial que alberga las exposiciones y eventos de la sede cultural española. La propuesta se integró al tejido urbano concibiéndose como un pasaje más de los que unen el ábside de la catedral con las efervescentes calles comerciales del centro histórico de la ciudad de México. El pasaje articula los espacios públicos del centro y da acceso a los niveles superiores de exposición y conferencias, de oficinas y de restaurante en la terraza de la azotea. Remetido del plano de fachada emerge un segundo volumen con los estudios para artistas. De nuevo en este proyecto se establecen vínculos entre lo prexistente y lo nuevo, entre la arquitectura colonial y la contemporánea. Además de ser el resultado de una colaboración entre dos despachos, que ha sido otra constante en el trabajo reciente de Javier Sánchez.
Construir
La relación con el contexto, el uso de una paleta de materiales reducida, la exploración tipológica o la articulación del enjambre con que teje el entramado urbano, fueron puntos de partida en la contumaz carrera de Javier Sánchez. Cada vez menos pendiente de tendencias y estilos, Sánchez articula estrategias más que lenguajes y está más enfocado en orquestar equipos pluridisciplinares que en el diseño de detalles. Su vocación es construir la ciudad, pieza a pieza, más allá del proyecto específico. Dialogante y tenaz, colaborador nato, Javier Sánchez piensa la obra construida e imagina las piezas que componen la ciudad.
Entrelazar, insertar, reciclar, proyectar, exportar, colaborar, construir, y por que no, enseñar y compartir, son facetas de la sólida carrera de Javier Sánchez, que en poco más de quince años ha cimentado firmes valores a la arquitectura mexicana
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