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El primer rascacielos

El primer rascacielos

25 septiembre, 2015
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog

En 1931 inició la demolición del edificio de la Home Insurance Company, construido en Chicago en 1885 y que por cuatro años tuvo el título del más alto del mundo. Theodore Turak dice que cuando se demolió, tres comisiones analizaron la estructura para dirimir una vieja controversia: si el edificio más alto del mundo en 1885 habría sido el primer rascacielos no por sus diez pisos y 42 metros de altura iniciales —en 1890 se agregaron 2 pisos más y llegó casi a los 55—, sino por sus sistema constructivo, en el que todos los pisos eran soportados por una estructura de marcos de acero, incluyendo los muros exteriores de piedra. Turak cuenta que dos comisiones, la de la Sociedad de Arquitectos y la Marshall Field Estate, estaban de acuerdo en el papel revolucionario del edificio, mientras que la comisión de la Western Society of Engineers juzgó en cambio que no cumplía con sus criterios para calificar como un auténtico rascacielos: una estructura autoportante; que los muros de mampostería fueran cargados por esa estructura; que la estructura y el muro envolvente bastaran para resistir la presión del viento; que la construcción de ese muro pudiera iniciarse en cualquier nivel y no necesariamente en el primero y que fuera de un espesor continuo en toda su altura. Para la comisión de ingenieros el Home Insurance Building no cumplía cabalmente con las últimas condiciones y lo consideraron un edificio de transición, no el primer rascacielos.

Turak explica que la controversia no era nueva: había surgido casi desde que el edificio se terminó y su diseñador, William Le Baron Jenney, presentó un ensayo titulado The Construction of a Heavy Fireproof Building on Compressible Soil en la convención del American Institute of Architects del primero de octubre de 1885. Jenney nació en Fairhaven, Massachusetts, el 25 de septiembre de 1832. Empezó sus estudios en ciencias en Harvard en 1853 y los continuó en la École Centrale des Arts et Manufactures en París, donde también estudiaba, un año arriba, Gustave Eiffel. Uno de sus maestros, Louis Charles Mary, había sido alumno de Durand. Jenner se graduó en 1856 y regresó a Estados Unidos en 1861. Se enroló en el Ejército de la Unión como ingeniero civil y en 1869 empezó a trabajar como arquitecto. En su oficina trabajaron varios jóvenes aprendices que luego destacarían, como Daniel Burnham y Louis Sullivan. Tras algunos intentos de estilo neogótico, Jenney fue acercándose a una arquitectura de estructuras claras, sencillas y poco ornamentadas. Turak dice que resultó de una “completa visualización del método del papel cuadriculado” que Mary había aprendido de Durand. Cita también un texto de Jenney en el que crítica al ornamento —que llama arte—, algo común por otro lado en aquél tiempo:

El arte en la arquitectura debe usarse con moderación, como cualquier otra cosa preciosa. Debemos admitir, sin embargo, que algunos arquitectos, en vez de usar el arte para acentuar la construcción, lo extienden por cualquier superficie, ocultándola. La ornamentación debe usarse con gran moderación y debe ser en cada caso apropiada. Esta es una buena regla: cuando no puedas diseñar un ornamento satisfactorio, deja la superficie desnuda: eso nunca será ofensivo.

El edificio de la Home Insurance Company fue resultado de un concurso. Jenney contaba que el requerimiento era un edificio que pudiera albergar el máximo número de oficinas pequeñas con suficiente iluminación, para lo que había que reducir el espesor de los pilares entre las ventanas que, por tanto, no podrían ser de mampostería y soportar la carga de los diez niveles. Propuso entonces usar acero para la estructura, “como la de muchos puentes construidos por ingenieros.” La referencia a los ingenieros y sus puentes hace más compleja la genealogía del rascacielos, en la que se suman las ideas de Durand respecto a la economía de medios y la claridad compositiva, a las ideas sobre la honestidad estructural y la función del ornamento de Ruskin a Violet-le-Duc o la construcción tipo balloon frame. Una historia en la que encontrar el primer rascacielos no es sencillo, pues se trata más bien de una evolución discontinua y a veces accidental, en la que sin duda el edificio de Jenney jugó un papel importante. Aunque no está de más reflexionar sobre otra afirmación de Turak: que muchos estudiosos tienden a considerar el soberbio diseño funcional de algunos edificios de Jenney como un subproducto de su ignorancia arquitectónica.

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