Entrevistas

El diseño va más allá del edificio. Michel Rojkind en conversación con Winka Dubbeldam

El diseño va más allá del edificio. Michel Rojkind en conversación con Winka Dubbeldam

17 diciembre, 2014
por Arquine

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MR: Desde hace mucho tiempo has enseñando y dado clases, ¿qué piensas que es lo que más ha cambiado en las escuelas?, ¿en qué dirección van?

WD: Creo que se acerca cada vez más a la práctica. Veo que las escuelas cada vez se involucrarán más con compañías de avanzada, ya sea como clientes o patrocinadores, o socios. Será importante entender el financiamiento y los mecanismos de retroalimentación. No se trata sólo de entender el diferente papel de los arquitectos hoy, sino la manera como incorporamos otros negocios en la educación para tener información real del mundo al tiempo que estamos haciendo proyectos. El que la academia esté tan alejada de la realidad no es productivo.

MR: El diseño no empieza sólo con el diseño, sino con la negociación, con la política y muchas cosas que tal vez no se enseñaban en la escuela.

WD: No puedo imaginar la práctica sin la enseñanza. Te obliga a tener una mirada de largo alcance en vez de fijarte en un problema que hay que resolver, incluso si es un problema interesante. No resolvemos problemas: creamos problemas interesantes. En lugar de obsesionarnos con un problema, veamos el panorama amplio, tal vez así logremos resolver otras cosas al mismo tiempo. Tampoco creo en los planes maestros: creo en los impulsos orgánicos y rápidos para ver cómo reaccionamos, y ajustarnos.

MR: Antes del crowd sourcing y las redes sociales, recuerdo que alguna vez hubo quien colocó letreros en algunas partes de la ciudad con la siguiente pregunta: ¿Qué quieres que esto sea? Podemos preguntarle a la comunidad, pero ¿quién lo realiza?

WD: Ahí es donde entra nuestra experiencia. La gente quiere muchas cosas, pero sólo pueden decirlo mediante una traducción.

MR: Hablando de educación, puedes decirle a los estudiantes que eso también es diseño: diseñar diálogos, diseñar posibilidades para hacer sensible esa información y transformarla en algo. La pregunta es cuál será el resultado.

WD: Pienso que todo genera algo más; hay cierta dinámica que se crea de ese modo. Incluso si es crítica. Me gusta cuando hablas de un cambio en el diseño. No se trata de que al diseño le anteceda una parte de investigación: la investigación ya es diseño y el diseño exige mayor investigación. Es como ser un detective: no puedes dejar de ver la evidencia.

MR: Por eso la arquitectura no acaba cuando se construye el edificio. ¿Qué genera la arquitectura?

WD: Alguna vez Herbert Muschamp, quien era crítico del The New York Times, nos preguntó si realmente pensábamos que nuestro proyecto en Greenwich Street era una extensión. Respondimos que sí, aunque era del doble del tamaño del original, seguía siendo una extensión. Entonces nos dijo que habíamos inventado una nueva tipología: el para-edificio, un anexo que transforma una vieja estructura, y escribió un amplio artículo al respecto. Entonces empezamos a ver en Nueva York ese tipo de extensiones, más grandes que el original, y eso se debía a él. Lo interesante de los críticos de arquitectura es que pueden llevar las cosas adonde nosotros no podemos, pues leen lo que hacemos de otra manera. Los para-edificios se convirtieron en una nueva tipología, en hechos urbanos y arquitectónicos con potencial de tener continuidad y generar nuevas formas.

MR: ¿Cambia eso la manera en que se ven las cosas convencionalmente?

WD: Eso es lo que necesitamos hacer. Nuestras ciudades pueden cambiar al tomar lo convencional y hacerlo no convencional, en vez de pensar que todo debe ser especial. Es más interesante ver lo convencional, entender y criticar, y volver a pensar lo que se puede hacer si empujamos los límites. Me parece que ahí es donde suceden grandes cosas, más que cuando tienes un diseño sorprendente. Los pequeños cambios son los más interesantes.

MR: Si alguien tiene una opinión clara, el diseño puede empezar incluso con la banqueta.

WD: Lo más grande que aprendí al ver Colombia fue acerca de los cambios en barrios enteros, al construir una escuela o una biblioteca a la mitad, y hacer espacio público que permita que la gente se reúna. Lo más interesante fue que la ciudad no sólo hizo eso, sino que empezaron a colocar los más bellos pavimentos en patrones. En esos barrios marginales la reacción fue que la gente empezó a arreglar sus casas. Eso ha sido lo más bello y poético que he visto en mucho tiempo.

MR: Y eso, de nuevo, vino después de la arquitectura. El diseño va más allá del edificio.

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