¿ Qué podemos decir acerca del Patrimonio ?

Las discusiones son muchas pero los cambios y soluciones son escasas. En primera deberíamos de preguntarnos si el Patrimonio corresponde a lo físico o a lo mental, lo cual depende de los contextos socio-culturales a los que pertenecemos. Es evidente que en México la cultura ha sufrido daños de carácter colectivo, ejemplos hay muchos; la falta de apoyo a la educación, la incomprensión ante la solución de problemas ambientales, campesinos y obreros, las pocas reformas dirigidas a la mejoría de un sistema incluyente aunado al desinterés de diversos sectores ciudadanos dejando poco que decir y mucho por hacer.

Cultura viene de cultivar, cultivar la tierra, de crianza, del conjunto de conocimientos para el desarrollo de un juicio crítico. La cultura enseña, la cultura ayuda a saber contemplar, escuchar, mirar. Los movimientos políticos y la globalización son algunos de los factores que han detonado cambios cuyos pronósticos no son alentadores si no se hace algo pronto. Por lo mismo es inevitable que a cada acción haya una reacción, que se manifiesta de diversas maneras. La histeria colectiva, los gobernantes incómodos, las ciudades extra-territoriales, la sobre-población. Temas de la cultura contemporánea que se muestran en sus ciudades, sus edificios, sus acciones expuestas por unos cuantos, ideas al aire, pensamientos que hoy en día se cuestionan, incomodan y ofenden. De esto se trata la cotidianidad a la que nos enfrentamos y la constante incertidumbre ante los temas que conciernen a todos.

La gran pregunta es: ¿cómo la sociedad dedicada a la planeación de ciudades, transportes, edificios públicos, intervenciones, performances reaccionan ante esto? ¿Qué tiene que decir un arquitecto ante el abuso del poder sobre edificios icónicos que brindan vitalidad a la ciudad?, ¿qué tiene que decir el urbanista ante problemas de demografía y tránsitos urbanos y mas aún que tiene que decir el artista –contemporáneo o no- que se desarrolla como lector de la sociedad?

Algunos piensan que  la violación al patrimonio son las intervenciones ilícitas o vandálicas de diversos grupos de choque –grafitis y maltrato a la edificación- pero en realidad ¿será esto una violación al patrimonio?

Pensando el patrimonio como algo imborrable del imaginario colectivo, las autoridades se han encargado de vendernos postales falsas de lo que significa este espacio físico o mental con el que nos sentimos identificados. Al final estos paradigmas citadinos voltean a nosotros como si estuvieran en espera de ayuda o de reconocimiento de emergencia, pensándola así como : una cultura damnificada.