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¡Felices fiestas!
15 noviembre, 2012
por Arquine
En La imagen de la ciudad, Kevin Lynch decía que criticar la ciudad es cosa muy fácil. Lo que no resulta tan fácil –porque no se halla a la vista de todos– es descubrir sus potencialidades de satisfacción y de placer; potencialidades provenientes no sólo de la calidad de la íntima disposición de marco físico –la casa y su vecindario–, sino de la forma de la ciudad en su más amplia escala. Concebir y construir la ciudad es parte de un proceso de transiciones situacionales. El análisis de este proceso de cambio, a partir de las capas superpuestas de las que se constituye la urbe, permite proyectar y experimentar ciudades efímeras.
Recientemente se llevaron a cabo dos iniciativas para hacer ciudad. Constructorio fue un proyecto participativo de acción y construcción colectiva realizado por Jorge Munguía con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI). Para conocer la ciudad se imprimieron mapas desde 1329 hasta 1920, para así situar y realizar derivas por la plaza a través de las zonas de la urbe. En el mismo espacio y para conocer la ciudad desde una planimetría geográfica en el Zócalo de la ciudad de México, se trazó un mapa de la ciudad a escala 1:500, frente a la Catedral Metropolitana, diseñado por Marcelo Rangel y Emiliano García para AGENCIASOCIAL, con Lara Becerra, Juan Rovalo, Fernanda Canales, Derek Dellekamp, Rozana Montiel, Jerónimo Haggerman, Elias Cattan, Sol Camacho, Gustavo Lipkau, Arturo Ortiz, Carlos Rodríguez, Guillermo Calderón, Bernardo Baranda, Jose Luis Paredes, Paola Santoscoy, Enrique Betancourt, Jorge Munguia y Laura Janka; en colaboración con la Autoridad del Centro Histórico, el Fideicomiso del Centro Histórico y el Museo Tamayo. Ambos estuvieron del 11 al 14 de noviembre,
El pasado 6 de octubre, Estudio INHabitable y Bellastock organizaron un primer festival experimental de arquitectura. La ciudad efímera fungió como un espacio de reflexión y experimentación sobre nuevas formas de hacer arquitectura a partir de materiales reciclados para reutilizar, repensar, rediseñar y reimaginar la ciudad. Como plataforma de experimentación, más allá del resultado formal, el proyecto imaginó dinámicas de apropiación en la ciudad, en este caso, con el Parque México y el Foro Lindbergh en la colonia Condesa. Las propuestas de mobiliario urbano fabricadas con guacales de madera, plástico y llantas fue la primera fase de esta serie de construcciones estructurales-habitables de carácter efímero.