Las casas en el paisaje: Alberto Ponis (1933-2024)
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¡Felices fiestas!
9 enero, 2014
por Pablo Lazo
Una de las arquitecturas más representativas de la capital paulista es sin duda la obra de Lina Bo Bardi. Entre muchos otros arquitectos brasileños como Mendes de Rocha, Villanova Artigas y Artacho Jurado, ella consiguió articular, mejor que nadie, el discurso social de la arquitectura paulista del siglo XX. Al visitar el SESC Pompeia, un proyecto moderno en donde a través de su arquitectura uno puede descubrir temas como el cooperativismo, la diversidad de uso de suelo, el significado del espacio público y un completo efecto de revitalización urbana, no queda duda alguna que Bo Bardi entendió perfectamente el concepto del proyecto moderno más allá de un ejercicio formalista.
En el SESC a primera vista existe una sensación de que se está dentro de un complejo de edificios en donde es necesario explorar todas las partes para hacer sentido del conjunto. Sólo mediante varias visitas se podrá captar su totalidad —a diferencia del posmodernismo, que lo revela todo de golpe para luego, poco a poco, entender las partes.
En ciudad de México, la casa-estudio de Diego y Frida en San Angel, proyectada por Juan O’Gorman, lleva el mismo pensamiento —casi 40 año separan los dos proyectos. Si bien la casa-estudio se proyectó en 1931 y se le ha etiquetado como una muestra del funcionalismo mexicano y el SESC data de 1977, ambas son ejemplos claros de obras modernas. En la casa-estudio, O’Gorman busco un proyecto funcional, pero resulta innegable su visión subjetiva de la relación entre el pintor y Frida –que seguramente percibió durante el proceso de diseño e inconscientemente plasmó en el esquema general. Aunque quisiese, O’Gorman busco, a manera de un espectador que sabía demasiado de la relación personal del pintor, incorporar esos “símbolos” en el proyecto.
Recientemente el artista y fotógrafo paulistano, Tuca Viera mostró, como parte de la Bienal de Arquitectura, una pieza que consistía de una gran fotografía de la fachada del edificio Copan de Niemeyer. Al observarla más de cerca, uno se percataba de que era una gran fotografía compuesta por muchas fotos pequeñas —105 para ser exactos; como el Aleph de Borges. A través de este gran tapiz fotográfico, Viera nos mostraba todo el Copan: muchas escenas de realidades cotidianas que representaban ese todo del edificio. Como si Viera estuviese revelando el “secreto” de lo moderno.
La arquitectura moderna de Sao Paulo y la ciudad de México comparten muchas cosas. La gran diferencia es, sin duda, que São Paulo es una ciudad prácticamente sin historia, como si tiene México, pero posee, en este tipo de arquitectura, pautas para navegar la capital paulista –y para construir la realidad de los que vivimos en ella. Como si fuesen pistas de que la historia misma de la ciudad está siendo escrita con estos “símbolos” modernos –a falta de la historia brutalmente pesada de lo prehispánico en México.
El SESC de Lina Bo Bardi justamente es una muestra de ello. En cada visita el edificio revela una parte más del rompecabezas de la ciudad. Durante las manifestaciones del verano, la calle interior del SESC fue epicentro de un reclamo colectivo, como si este espacio estuviese “concordando” con lo que la ciudad hablaba y reclamaba en las calles. Dicen que cuando Bo Bardi proyectó el SESC le preguntaron si eliminaría la calle interior de aquellas barracas industriales para mejorar la disposición de los nuevos edificios, a lo que ella respondió: “de ninguna manera; el SESC es el proyecto de la ciudad misma y qué mejor que una calle para representarla”.
Actualmente el SESC Pompeia es sólo uno de los eslabones urbanos con que el Gobierno del Estado de Sao Paulo crea infraestructura social en distintas áreas de la ciudad. Se ha convertido en el gran premio para los arquitectos locales. Quien diseña un SESC* es como si ganara el Oscar —le escuche decir a Marcio Kogan. Por más banal que resulte su comentario, el proyecto, sumamente complejo y difícil de resolver, es una expresión de la ciudad y del paulistano de manera moderna y no sólo funcional. Quizá O Gorman hubiese sido un excelente candidato para proyectar un SESC en São Paulo o Bo Bardi uno en México.
* El SESC (Servicio Social de Comercio) es una institución brasileña privada, sin fines de lucro, mantenida por los empresarios del comercio de bienes, servicios y el turismo, a través de los recursos públicos, con operaciones en todo Brasil, orientado principalmente para el bienestar social de los mismos empleados y sus familias pero abierto a la comunidad en general. Opera en las áreas de educación, salud, ocio, cultura y la asistencia médica. Entre los principales SESC en Sao Paulo se encuentran: Pompeia, Belenzhino, Bom Retiro y 24 de maio (proyecto de Paulo Mendes da Rocha).
Fotos Alejandra Gámez
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