31 julio, 2012
por Arquine
El edificio de la La Ciudadela fue construido entre 1793 y 1807 para albergar la Real Fábrica de Tabacos de la Nueva España. La construcción estuvo a cargo del arquitecto español Antonio González Velázquez, director de arquitectura de la Academia Mexicana de San Carlos. Utilizado posteriormente como cuartel militar, cárcel, fábrica de armas y escuela, el inmueble fue declarado monumento histórico en 1931 y rescatado en 1944 por José Vasconcelos, quien inauguró la Biblioteca de México dos años después. Vasconcelos visualizó la creación de la biblioteca como un “faro” en su plan educativo y cultural que buscaba hacer extensivo en el país.
Desde entonces, la biblioteca alberga los fondos Reservado y México que abarcan aproximadamente 450 mil volúmenes y atiende a cerca de 2 mil personas al día. La construcción original, cuya planta cuadrada mide 168 m por lado, contiene un distribución del espacio a partir de cuatro patios principales de 40 x 40 m y otros dos más pequeños. En 1988, el edificio tuvo una intervención importante por parte del arquitecto Abraham Zabludovsky, quien cubrió estos cuatro patios con paraguas metálicos. En 2011, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes dio a conocer el proyecto de La ciudad de los libros y la imagen para recuperar y acondicionar el edificio cuya propuesta cuenta con una serie de bibliotecas personales, una librería más amplia, salas de lectura, salas digitales, bibliotecas para niños, bebeteca, área para personas con discapacidad visual, galería para exposiciones, centro de la imagen, teatro, cafetería, nuevas oficinas y un aprovechamiento integral del espacio.
El plan maestro del proyecto a cargo de Taller 6A (Alejandro Sánchez + Bernardo Gómez-Pimienta) rescata el carácter del edificio en torno al esquema de patios con base en circulaciones continuas a través del edificio, tanto perimetrales como el eje norte-sur. A su vez, la propuesta mejora las condiciones de iluminación y ventilación natural; atiende los requerimientos de accesibilidad mediante el empleo de guías táctiles y el uso rampas en topografías; y moderniza las instalaciones y equipamientos. Entre los componentes principales del plan maestro destaca el Teatro Antonieta Rivas Mercado –con un mural del artista Dr. Lakra–, la librería Educal Alejandro Rossi, y la de sala de consulta abierta que ocupa cuatro crujías. Además de ser una propuesta que reúne libros, arquitectura y arte, este espacio para la cultura –en construcción– mantiene un sistema de bajo consumo energético e innovaciones de sistema bioclimático para la preservación de las colecciones y la conservación del inmueble.
Fotos: Jaime Navarro