Los dibujos de Paul Rudolph
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31 mayo, 2013
por Miquel Adrià | Twitter: miqadria | Instagram: miqadria
El arquitecto japonés Toyo Ito recibió el Premio Pritzker de este año (Pritzker para Toyo Ito). Más de cuarenta años de carrera combinando innovación conceptual con precisión constructiva han producido una arquitectura ligera y sensual. Desde sus proyectos -bibliotecas, casas, parques, tiendas, edificios de oficinas, pabellones- Ito ha llevado al límite los potenciales de la arquitectura. En su discurso del pasado miércoles en la biblioteca John F. Kennedy de Boston -que proyectó el también galardonado I.M. Pei en 1983- reivindicó la posibilidad de expandir la arquitectura a su máxima libertad. Detrás de sus rasgos aniñados y su aspecto juvenil, el arquitecto septuagenario ha evitado quedar atrapado por un estilo propio. En su discurso afirmó emocionado que ha procurado ir más allá de la retícula, inspirándose en la naturaleza y las formas orgánicas.
El jurado, conformado por el juez de la Suprema Corte de los Estados Unidos Stephen Breyer y los arquitectos Alejandro Aravena de Chile, Yung Ho Chang de China, Glenn Murcutt de Australia -galardonado con el Pritzker de 2002-, Juhani Pallasmaa de Finlandia y presidido por Lord Palumbo de Gran Bretaña, subrayó el amplio espectro estilístico de Toyo Ito. El jurado afirma que Ito ha desarrollado y perfeccionado un sintaxis arquitectónica personal -que combina cierta ingenuidad técnica y estructural- con la claridad formal. Efectivamente, el arquitecto ha sido capaz de mantener en un mismo nivel, la estructura, el espacio, la tecnología y la relación con el contexto, adecuándose a todo tipo de materiales, desde el concreto y el vidrio, al aluminio y los textiles, aún cuando se haya decantado progresivamente hacia el concreto de alta resistencia. Quizá su mayor virtud radique en esa simultaneidad: una arquitectura de síntesis que es innovadora y serena a la vez, que no es ni masiva ni evanescente, que se reconoce sin llegar a ser una “marca registrada”.
Entre sus obras más singulares destaca la Torre de los Vientos en Yokohama, donde la piel es un sensor permanente de los impulsos de la ciudad, la Mediateca de Sendai de (2000) en la que los tubos entrecruzados que conforman la estructura generan unas insólitas cualidades de los espacios interiores y el edificio Tod’s de Tokio (2004) donde la fachada portante no sólo alude a formas orgánicas sino que también es la estructura del edificio. Todas ellas has sido replicadas por autores genéricos en todo el mundo aún cuando perdían por el camino la esencia que los gestó. Ito reivindica una arquitectura que no sólo responda a las necesidades físicas y programáticas sino también que atienda a los sentidos desde la sensualidad de sus formas y de los materiales. La arquitectura no es una imagen ni un espacio vacío. El pabellón que construyó en 2002 para la Serpentine Gallery londinense ilustra su actitud, involucrando a la gente. Más tarde, respondió a las urgentes necesidades de Japón devastado por el terremoto de 2011, activando el programa “casa para todos” con pequeños equipamientos comunales, donde nuevamente las personas son los principales protagonistas de su arquitectura. Mentor de nuevos talentos, Toyo Ito ha sido un pionero que estimuló a otros a que avancen por la senda que él inició. Tanto así que su discípula Kasuyo Sejima, quien trabajó siete años en su taller, recibió este galardón tres años antes que él.
Toyo Ito, nació en 1941 y se graduó en 1965 por la Universidad de Tokio. Trabajó para el arquitecto metabolista Kiyonori Kikutake y posteriormente fundó Urban Robot en 1971, que tomaría su nombre en 1979. Recibió la medalla de Oro del Royal Institute of British Architects en 2006, el León de Oro por su trayectoria en la Bienal de Arquitectura de Venecia en 2008 y el año pasado también fue galardonado por el pabellón japonés que diseñó en la bienal veneciana. Ito será, además, el arquitecto del futuro museo del Barroco en Puebla. A lo largo de su carrera Toyo Ito ha sabido incorporar nuevas soluciones tecnológicas para producir unos espacios fluidos que escapan de la lógica cartesiana y de la rigidez de las cajas moderna. Y si bien la maison Dominó de Le Corbusier quedó superada, en sus visitas a México Ito se fascinó con las primeras casas de Juan O´Gorman, hasta el punto de organizar una extraordinaria exposición retrospectiva en Japón (Toyo Ito descubre O’Gorman).
Thomas J. Pritzker -presidente del ‘Nobel de la arquitectura’ y tercera generación de una poderosa familia de hoteleros globales- dijo que si bien el proceso creativo es un camino solitario en que el éxito no está garantizado, el jurado de esta edición quiso festejar la arquitectura de Toyo Ito por el optimismo que proyecta, por su ligereza única y universal a la vez. Por ello y por su capacidad para sintetizar estructura, espacio y forma, creando espacios amables y sensibles al contexto, Toyo Ito pasa a ser el Pritzker No.38 y sexto japonés en el olimpo de la arquitectura.
© Prizker Prize
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