Ramón Vargas Salguero nació en la Ciudad de México el 22 de febrero de 1934. Su niñez, según cuentan María de Lourdes Díaz Hernández y Maria Lilia Gonzales Servín en la nota biográfica que abre la compilación de textos y conferencias de Vargas Salguero, “transcurrió en una vivienda unifamiliar de una planta con dos recámaras, sala, comedor, porche, cocina y baño con bóiler de combustible” en la colonia Industrial. También cuentan que sus primeros estudios los hizo en escuelas privadas y que en 1949 ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria. En 1952 entró a la Escuela Nacional de Arquitectura, aún en la Academia de San Carlos, en el centro de la Ciudad de México. Díaz y Gonzales dicen que “uno de los profesores que marcó su formación fue el arquitecto Ricardo de Robina, quien por ese tiempo publicó un ensayo sobre la evolución de la arquitectura contemporánea.” Más adelante cuentan:

Como estudiante de arquitectura, continuaba sin saber dónde ni cómo comprender mejor la disciplina, por lo que comenzó a tener dificultades con las clases de proyectos. No entendía lo que significaba “búscale, búscale”. ¿Qué era lo que había que buscar para hacer un proyecto y a qué se aspiraba con el mismo? Cómo y dónde buscar se volvieron obstáculos que lo llevaron al desaliento. Comenzó a reprobar las asignaturas, incluidas las de proyectos y teoría. Además, por ese tiempo tuvo que buscar trabajo para solventar sus gastos. […] Así, el trabajo lo fue alejando de los estudios, además, la escuela se trasladó a la recién inaugurada Ciudad Universitaria en 1954, y la distancia se volvió otro factor a vencer. Ramón se convirtió en un alumno irregular, casi ausente. cada vez más distanciado de sus compañeros.

No obstante lo antes descrito, un día decidió inscribirse en la carrera de filosofía, en el mismo campus universitario. “Samuel Ramos le impartió el Seminario de Estética, mientras que José Gaos, Antropología Filosófica, donde leyó a Heidegger.”

Su formación filosófica fue la base para lo que se volvería una parte central de su carrera: “el estudio y la difusión de la teoría de la arquitectura de José Villagrán García. Por mucho tiempo se interesó en aplicar los conceptos expuestos por Villagrán en el análisis y la crítica arquitectónicos, lo que motivó sus discursos, artículos y reflexiones.”

Vargas Salguero estuvo a cargo de publicaciones como las revistas Calli, Cuadernos de Arquitectura y Arquitectura Docencia, además de la publicación de la obra teórica de Villagrán y de los libros Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Mexicanos.

Berta Tello Peón afirma que “la gran aportación de Vargas Salguero ha sido minimizar lo monumental y encontrar en lo cotidiano los procesos que llevan a la producción arquitectónica basada en la reflexión sobre las formas de vida.”