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Piso Piloto

Piso Piloto

25 junio, 2015
por Miquel Adrià | Twitter: miqadria | Instagram: miqadria

La exposición Piso Piloto que se lleva a cabo simultáneamente en el CCCB de Barcelona y en el Museo de Antioquia de Medellín, muestra un arsenal de propuestas alternativas al modelo común de gestión urbana. Fruto de la cooperación entre ambas ciudades, la muestra expone experiencias piloto que aportan un conocimiento útil para cualquier ciudad del mundo. Paradójicamente, estas dos ciudades que apostaron por el espacio público en su afán por transformase de puertas a afuera, olvidaron la transformación de puertas adentro, de lo construido, de la vivienda.

Piso Piloto es una exposición centrada en la reflexión en torno a la vivienda. El objetivo principal es el desarrollo de propuestas que den respuesta a los retos de la vivienda y su relación con el espacio público a escala global mediante la selección de dos contextos concretos, de dos ciudades protagonistas: Barcelona y Medellín.

Piso Piloto se estructura en tres partes, de modo que convivan espacios de presentación de los temas principales (El problema de la vivienda), espacios de exposición donde se muestren las mejores respuestas a cada cuestión (La vivienda como solución) y un espacio conclusivo que sintetiza las posibles soluciones (Retos). Se trata de ideas, estrategias y proyectos que dan lugar a experiencias piloto. Curiosamente Medellín y Barcelona dan sentido distinto a la palabra piso. Si en la capital antioqueña designa (como en México) el pavimento de estancias o calles, en la catalana hace referencia a la vivienda situada en un edificio (sinónimo de departamento). La polisemia conecta dos conceptos normalmente opuestos, la casa y la calle, el techo y el suelo. Si se la acompaña del término piloto, adquiere además un carácter experimental. La tesis de la muestra se enfoca en la vivienda como solución. Tanto como la calle, la vivienda es una cuestión colectiva. Su papel es igualmente estructural en la forma y el contenido de lo urbano. Mediante políticas adecuadas pueden crearse ciudades más compactas y mixtas, más justas y sensatas. La conjugación del espacio público y el doméstico es clave para afrontar los retos económicos, ecológicos y políticos en un futuro inmediato. Más allá de sus diferencias, Medellín y Barcelona son ciudades de dimensiones similares, con una larga relación de mutua colaboración y que se han significado internacionalmente por haber impulsado un urbanismo inclusivo que ha puesto muchos espacios públicos al servicio de la redistribución social (de hecho los arquitectos y urbanistas más destacados de ambas proceden de la Escuela de Arquitectura de Barcelona). Aún así, como tantas otras ciudades del mundo, tienen todavía pendiente la asignatura urgente de garantizar el derecho a la vivienda.

El resultado es una selección de soluciones habitacionales muy diversas, incluso contrapuestas, procedentes de la investigación académicas, de la administración pública y de la sociedad civil. Cuarenta y cuatro iniciativas (once de ellas en Medellín) a partir de las nociones de reciclaje, cohabitación y cooperación, desarrolladas por arquitectos, artistas, cooperativas y colectivos que abordan la ocupación temporal, los centros de acogida para desalojados o las bioconstrucciones con materiales compostables. Cabe destacar las recetas urbanas -que propone Santiago Cirugeda- entre las grietas de la legalidad, o los Arquitectos de familia (tomando prestado el concepto de los Médicos de familia) que atienden a los vecinos del barrio para ofrecer soluciones que mejoren sus viviendas, revalorizando a su vez la frivolizada figura del arquitecto. A su vez, otros colectivos detectan un edificio abandonado y se enfocan a su valor de uso más allá de su valor de mercado, proponiendo a los propietarios un contrato de ocupación gratuita a cambio de su reparación.

La ciudad del futuro ya está construida. Josep Bohigas –uno de los curadores- afirma que no se puede seguir extendiendo la ciudad por el territorio, expulsando a los más necesitados hacia una periferia remota y haciendo poco sostenible el modelo urbano desde el punto de vista ecológico, energético y productivo. El reto es reciclar las ciudades que ya existen, asumiendo que la vivienda no es un hecho aislado sino que es tan colectiva como el espacio público. Si la arquitectura y el urbanismo han sido herramientas eficaces de regeneración y de democratización de las ciudades, las soluciones se quedaron en las plazas, en el espacio público, con la consecuente gentrificación. El siguiente paso es la vivienda. Y con este elenco de soluciones el ciudadano –y su vivienda- pasa a ser el protagonista principal de la ciudad.

Congreso en Medellín | Arquitectura: territorio y ciudad. El Congreso Arquine migra a ciudades clave con el objetivo de generar nuevos espacios de reflexión, intercambio y difusión de ideas en torno a la arquitectura, con el fin de construir contenidos, difundirlos y promover un networking entre diversos contextos. Arquine convoca a un Congreso en Medellín, donde se reflexionará sobre las relaciones entre el territorio y la ciudad, teniendo a la arquitectura y a Colombia como protagonistas principales.

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