Gobierno situado: habitar
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¡Felices fiestas!
17 enero, 2013
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog
Desde el 9 de enero de este año entró en operación el sistema de parquímetros de la ciudad de México ecoParq. Según el comunicado de prensa publicado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), en Polanco se instalaron 600 aparatos con una tarifa de 8 pesos por hora y con cobro por fracciones de 2 pesos más por cada 15 minutos. El sistema es simple, buscar el parquímetro más cercano, registrar el número de placas y pagar el tiempo a utilizar, recoger el boleto que emite el aparato y colocarlo en el tablero del lado del conductor en el interior del vehículo para evitar ser infraccionado. Se implementa un sistema de rotación, es decir, pasadas las tres horas el auto debe ser movido de lugar y no podrá hacerlo en la misma calle o perímetro que abarque el parquímetro; uno por cada acera.
Los habitantes de cada zona (hasta ahora de las colonias Polanco y Anzures) pueden solicitar un permiso temporal especial para residentes que los exenta de pagar la tarifa de estacionamiento. Actualmente se otorga un tarjetón por vivienda y la administración actual de Seduvi está proponiendo otorgar dos, además de trámites simplificados para obtener el tarjetón. Del total de los ingresos generados se invertirá en el entorno, infraestructura y espacio público de las colonias para llevar a cabo obras encaminadas a mejorar banquetas, luminarias, jardineras, camellones y seguridad pública. El Permiso de Administración Temporal Revocable mediante el que operan los parquímetros establece que un 30 por ciento de la recaudación de los aparatos debe ser destinado exclusivamente para rehabilitar espacios públicos de la zona. En un mes, los parquímetros de Polanco ya dejan un ingreso promedio de 2 millones de pesos. Esto significa que al año, la Autoridad del Espacio Público (AEP) invertirá al menos 24 millones de pesos en trabajos de infraestructura. El porcentaje de ocupación vehicular en Polanco pasó de 86-100 por ciento a 51-85 y 0-50 por ciento en distintas zonas o polígonos de la colonia. El Gobierno del Distrito Federal proyectó 13 zonas de la ciudad para colocar parquímetros, entre ellas, Roma-Condesa, Del Valle, Nápoles, Coyoacán-Viveros y Tlalpan Centro.
Con la instalación de los parquímetros, en buena medida se desincentivará el uso del automóvil, se terminará con los franeleros cautivos de las calles de la ciudad -una de las razones de comodidad y reticencia para algunos automovilistas- y habrá beneficios directos en las colonias con los recursos que se generen por el cobro. El cambio de dinámicas para movilidad, transporte y cultura ciudadana es de enorme trascendencia. Este domingo, los vecinos de las colonias Roma Norte y Sur, Condesa e Hipódromo Condesa, votarán -aunque con una polémica e innecesaria ‘consulta ciudadana’ a diferencia de lo sucedido en Polanco- sobre la pertinencia o no de instalar parquímetros en las calles de sus colonias. En la Roma y Condesa hay más de 70 mil habitantes y sólo existen 16 mil cajones de estacionamiento.
Parquímetros la película
[A propósito, si a mí me lo preguntan, yo tampoco quiero parquímetros. Tampoco quiero pagar impuestos –me molesta llenar un recibo y recibir una cantidad menor de lo que esperaba. No me gusta pagar predial ni pagar el agua o la luz. Y tampoco quiero que me saquen nunca sangre ni ir al dentista. Hay veces que no quiero levantarme, aunque tenga trabajo. Yo quiero tener un lugar disponible siempre para mi coche en cualquier lugar de la ciudad a donde vaya. Por eso, no me pregunten si quiero parquímetros, pagar impuestos o pagar el predial: ¡pónganlos y cóbrenme! Si el lenguaje puede decirnos algo al respecto, supongo que por eso se llaman impuestos: se imponen, no importa si queremos o no, porque prácticamente ninguno querrá pagarlos –¡vean si no la maniobra del actor ruso Gerard Depardieu!
Lo que sí me gusta, para ser justos, es que cuando llego a una zona donde hay parquímetros, generalmente encuentro lugar para estacionarme rápido, nadie ocupa con cajas o botes ese lugar y pretende cobrarme 10 o 20 pesos por usar la calle y el impuesto que debo pagar por ocupar el espacio público con un bien privado –mi coche– es de 8 pesos la hora, mucho menor que cualquier franelero, estacionamiento o valet parking. Además, una tercera parte de lo que pago por estacionarme en la calle se destinará a arreglar esa misma calle, y algún día cuando me estacione caminaré por una mejor banqueta, con mejor alumbrado y más árboles].
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