15 julio, 2013
por Carlos Romero | Twitter: to2peatones
Cada vez más las ciudades son hogares de la mayoría de las familias mexicanas. La población rural y los pequeños poblados, por diferentes circunstancias, se van desvaneciendo, al grado de que en poco tiempo 8 de cada 10 habitantes de este país viviremos en ciudades. El dominio del automóvil y la adecuación de los entornos urbanos dedicados a satisfacerle fue hasta hace muy poco incuestionable: orgullo y hasta obligación social de gobernantes era abrir grandes vialidades a costa de lo que fuera: patrimonio edificado, arbolado, tierras de cultivo, y lo que existiera en el entorno, obteniendo grandes masas de concreto sin identidad, cicatrices insuperables, barreras sociales y físicas que poco abonan al tejido social.
Casi 20 años han pasado desde que grupos ciudadanos y gobiernos —especialmente municipales— comenzaron a viajar a otros países y traer experiencias en diversos temas para imitar y tropicalizar en nuestro país. Profesionales de la ciudad son reclamados en cada una de esas urbes; organismos ciudadanizados de planeación urbana, como los IMPLANES. Algunos han comenzado desde hace más de una década a generar conocimiento y técnicos especializados en diversos temas de ciudad, como espacios públicos de calidad, infraestructuras verdes, desarrollo urbano sostenible, equipamiento con una visión mucho más holística y social, edificación sustentable, una agenda ecologista de transporte público, masivo y eficiente, entre muchos otros. El CTS Embarq, ITDP, GDL 2020, Colectivo Ecologista son algunos organismos especializados que contribuyen decididamente a esa transformación urgente de nuestras comunidades, para volver a servir a quienes les dieron la razón de existir: las personas —de todas las edades y habilidades motrices, muy pequeñas o muy grandes, cansadas o en pleno uso de facultades y que hacen uso y disfrutan cotidianamente de ellas.
La preocupación ha llegado diversas áreas del conocimiento en distintas universidades. En un hecho inédito, la UNIVA —universidad regional del occidente de nuestro país— ha unido esfuerzos con la UNAM para ofrecer el Diplomado Internacional de Infraestructura Ciclista, que en su tercera edición se realizará en dos sedes: la ciudad de México y Guadalajara, conocidas ambas por sus avances en pro del transporte sustentable: uno que ya no es sólo opción sino que parece la única alternativa viable hacia el futuro, buscando incidir en profesionales y servidores públicos del centro y occidente del territorio nacional para propiciar un nuevo lenguaje urbano y una visión compartida de ciudades más humanas, más cohesivas y socialmente incluyentes; ciudades de vanguardia internacional que recuperen el orgullo de servir a las personas.