🎄📚Las compras realizadas a partir del 19 de diciembre serán enviadas a despues de la segunda semana de enero de 2025. 🎅📖
¡Felices fiestas!
4 enero, 2012
por Arquine
En la reciente Bienal de Urbanismo y Arquitectura de Shenzhen-Hong Kong (2011 Shenzhen-Hong Kong Bi-City Biennale of Urbanism/Architecture) curada por Terence Riley, se presentó un pabellón-albergue diseñado por Sebastián Irarrázabal, con una exposición –también curada con Hugo Mondragón– que abordó el tema del refugio como vivienda de emergencia, donde eventualmente se cobija a la población tras desastres naturales, como el terremoto y el tsunami que arrasó Chile. El pabellón se armó con colchones, cobijas, garrafones de agua, linternas y conos de seguridad, construyendo un paisaje interior efímero como soporte de los iPads, que ejemplifican proyectos realizados tras el desastre natural. Así, la experiencia era doble y el albergue como vivienda de emergencia que obligó a lo esencial, a la convivencia colectiva y al contexto precario. Además del pabellón, Chile hizo la presentación oficial del libro Blanca Montaña: arquitectura reciente en Chile, editado por Miquel Adrià con la Editorial Puro Chile; conferencias sobre la reconstrucción en Chile, además de una exposición de la oficina Elemental Chile de Alejandro Aravena.
Esta iniciativa del Área de Arquitectura del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile ahora se extiende a la Bienal de Arquitectura de Venecia 2012. El pabellón chileno para Venecia fue elegido por un jurado luego de una convocatoria abierta y se seleccionó la propuesta de titulada Cancha, elaborada por María Pilar Pinchart y Bernardo Valdés. El pabellón también plantea un diálogo sobre recursos, patrimonio y paisaje, que contará Chile desde su suelo. Cancha señala un espacio delimitado pero vacío, que fue la unidad de composición arquitectónica más común de la arquitectura incaica, una especie de equivalente urbano a la plaza. Se trata de una construcción colectiva de una imagen rural, urbana y arquitectónica de nuestro país, incorporando y considerando la participación y difusión de distintos profesionales. El proyecto busca ser misterioso, vacío y cambiante, como los procesos geográficos, evolutivos y arquitectónicos del territorio chileno.
Fotos: Cortesía Cristóbal Palma / Área de Arquitectura del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile