🎄📚¡Adquiere tus libros favoritos antes del 19 de noviembre! 🎅📖
10 diciembre, 2013
por Arquine
Desde el punto de vista de la percepción urbana, un borde tienen un significado preciso, como aquello que separa dos espacios social y físicamente diferenciados. Sin embargo, los bordes urbanos se suelen concebir como elementos que indican el nivel de penetración de una cultura sobre otra; son sinónimo de dinamismo, no se trata de líneas rígidas; son trazos que redibujan espacios continuos que configuran imágenes de territorios complejos. Las fronteras son la separación política y cultural entre naciones o áreas geográficas pero principalmente son los territorios donde se origina en mayor medida el mestizaje, es la tierra de nadie donde se producen las permutas de nombres. En las fronteras se mira a su vez hacia adentro y hacia fuera, estableciéndose un doble juego de inclusión y exclusión; se da una controversia, un choque; actúan como fuerzas de tracción y compresión, que de tanto insistir en la lucha del ser o no ser, terminan siendo lugares neutros de encuentro y conflicto donde puede llegar a surgir una identidad propia.
Hablar de fronteras trasciende el hecho físico de aquello que limita, su condición se extiende a una serie de condiciones sociales, políticas, económicas, ambientales y en general culturales para encontrar en la diversidad las posibilidades de expresión de un territorio. Las once zonas metropolitanas que en México sobrepasan el millón de habitantes poseen características similares en sus bordes, sin embargo, es también México el país con más compleja frontera urbana, aquella que se ubica entre México y Estados Unidos, esta frontera es un paradigma genuino de la complejidad de un territorio. Conocido como “la puerta de México” y con su lema “aquí empieza la patria”, la población Tijuana – San Diego es el portal con la inmigración más intensa entre estos dos países y su frontera la de mayor número de cruces diarios en el mundo. Alrededor de 60 millones de personas la cruzan anualmente, llevando de un lado a otro, productos, servicios, y condiciones que la constituyen en la gran amalgama cultural que hoy representa.
De acuerdo con un reporte de mayo de 2013 de la GSA, cada año cruzan por la garita de Tijuana-San Ysidro 13,672,329 automóviles —el doble de los que circulan en la ciudad de Sao Paulo y cuatro veces los del DF—, mientras que el número de pasajeros que se trasladan en dichas unidades ascienden a 34,180,000 personas —casi el total de la población de Canadá—, demorando alrededor de 45 minutos en el cruce, según un estudio del Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana. A su vez, los cruces peatonales anuales ascienden a 9,000,000 de personas. Esta condición le otorga a la zona un carácter efervescente, habitado constantemente por diversos tipos de población, aquellos que cruzan, los que quieren cruzar y los que no logran hacerlo, un conglomerado de personas que terminan ocupando de manera casi permanente el lugar, en un estado de espera indefinida, sin que el estado logre solucionar una situación migratoria imprecisa ni garantizar las condiciones mínimas de seguridad y resguardo que la zona requiere. Sin embargo, “la continua presencia de ambos fenómenos: migración y turismo, le dan permanencia única e inédita al cruce de la frontera más concurrida del mundo”.
Mexican Border Expressions contiene una breve selección de proyectos que desde el arte, la arquitectura y la expresión ciudadana, expresan las diferentes condiciones urbanas contenidas en la frontera de México con los Estados Unidos. Aquellas miradas que traducidas en proyectos e iniciativas han operado a partir de ese territorio cargado de una condición donde se habita el borde, para trascender la línea y convertir la frontera en un sujeto con lenguaje propio, complejo y disímil. Una serie de llantas apiladas y un plano al cual se adjuntan una serie de barras verticales ocupan el espacio, con el objeto de recrear los muros que construyen los momentos de esta frontera urbana surgen como contención, resguardo y separación, como expresión simbólica de movilidad estancada. En los límites del espacio se transmitirán los datos y estadísticas propios de ésta condición fronteriza, y como telón de fondo las escenificación interrumpida de la condición del que cruza este umbral. Las expresiones desde la arquitectura, el arte y la ciudad estarán contenidas en una serie de pantallas expuestos y superpuestas sobre las llantas, cada una contiene la secuencia de un material que resume diversas expresiones sociales, políticas, culturares y arquitectónicas que han surgido en los últimos años desde la complejidad fronteriza. El trabajo de arquitectos que en su quehacer oscilan entre el arte, la responsabilidad social y la arquitectura de autor y participativa se muestra como expresión de éste borde. Sebastián Mariscal, Jorge Gracia, Mauricio Rocha, Teddy Cruz, Raúl Cárdenas, Pedro Reyes, Judi Wertheim, Francys Alys, Betsabeé Romero, Iván Díaz Robledo, Norma Iglesias y un cuarteto de convocatorias abiertas que en los últimos años han invitado a explorar desde la arquitectura, soluciones espaciales y ciudadanas a este complejo y dicotómico territorio.
Es a través del urbanismo participativo, la arquitectura y el arte contemporáneo que se puede incidir en la transformación de las dimensiones sociopolíticas, culturales e incluso económicas de un lugar. El artista y el arquitecto influyen de un modo directo en la imagen que construyen de un territorio, de la ciudad, es por esto que deben partir de entender su rol transdisciplinario de negociadores y traductores, con un trabajo que oscile entre la realidad y el deseo de los acontecimientos, personas e instantes que concentra; con el fin de realizar conexiones activas entre disciplina y sociedad, a partir del uso de un lenguaje que logre penetrar en todos los estratos y construir así, piezas activas para el desarrollo.
La frontera que se tiene en Tijuana no es solamente la que se conoce con Estados Unidos, es también la que actualmente se tiene entre Asia y México, gracias a sus particulares dinámicas de negociación internacional, donde la diversidad es el principal ingrediente del lugar. En Tijuana, los límites comienzan a verse como oportunidades creativas. Las iniciativas que desde la sociedad civil organizada y en alianza con las principales instituciones se han llevado a cabo ponen en evidencia cómo a partir de propuestas responsables de la comunidad se han recuperado los espacios públicos y se ha logrado calmar la violencia de la zona. Cada proyecto inserto en Tijuana entiende que es a partir del diálogo y la respuesta coherente a las necesidades ciudadanas que se puede contribuir al cambio positivo de las complejas zonas de bordes urbanos y encontrar así nuevas y mejores formas de habitar el territorio.
*El Concurso Arquine No.16 | Umbral de las Américas busca ser lugar de estancia y de paso a la vez, morada para el migrante, sin importar su condición, si va de salida, de entrada o está en espera, referencia para el turista que explora este espacio cargado de señales símiles y contradictorias, apoyo para el residente, tanto del lado México como de los Estados Unidos.
Raúl Cárdenas
Teddy Cruz
Sebastián Mariscal
Pedro Reyes
Taller de Arquitectura | Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo
Jorge Gracia
Betsabé Romero
Francis Alÿs
Judith Werthein
Iván Díaz Robledo
Pabellón de México en la Bienal de Urbanismo y Arquitectura de Shenzhen-Hong Kong 2013
Curador: Miquel Adrià
Curador asociado: Andrea Griborio
Participanets: Raúl Cárdenas, Teddy Cruz, Sebastián Mariscal, Pedro Reyes, Taller de Arquitectura | Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo, Jorge Gracia, Betsabé Romero, Francis Alÿs, Judith Werthein, Norma Iglesias, Iván Díaz Robledo, Arquine.
Asistente de producción: Iván Valero, Yohanna Rodríguez Blochlinger, Armando Cordero
Diseño de catálogo: Periferia Taller Gráfico
Agradecimientos especiales: Carmen Cuenca, Alejandro Cabrera | La Maga Productions, Armando López Carrillo, Griselda Arteaga, Annel Osorio.