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El programa en educación artística de la Facultad de Educación de la Universidad Masaryk en Brno (República Checa) carecía de instalaciones de enseñanza de calidad, y los estudiantes de arte tenían que compartir espacios con otras disciplinas. En respuesta, la facultad buscó diseñar una nueva ampliación para estas carreras. Este proyecto ha proporcionado a los futuros profesores de arte espacios inspiradores, no sólo para disciplinas artísticas tradicionales, sino también para nuevos medios. La ampliación incluye talleres equipados para corte, perforación o soldadura, un estudio de pintura con excelente luz natural y un estudio multimedia en el último piso, con techo alto, que puede oscurecerse por completo y utilizarse como caja blanca/negra con retroiluminación ajustable en color. Todas las salas están iluminadas de manera brillante y pintadas por completo de blanco, creando un ambiente espacioso y fresco que fomenta la creatividad y la concentración.
El estudio dílna diseñó un edificio con formas limpias y simples que contrastan con el entorno histórico, lo que añade una energía dinámica al lugar. La estructura se asemeja más a una galería de arte contemporáneo que a una instalación educativa tradicional, por lo que se destaca en el espacio de la calle y entabla un diálogo atractivo entre la arquitectura neoclásica de los edificios circundantes y sus generosas formas ortogonales.
El sitio de construcción albergaba en un principio tres estructuras de diferentes períodos: un pabellón desmantelado de un antiguo campo de tiro, una subestación y un ascensor añadido en fecha reciente que da servicio al edificio histórico adyacente. El diseño se vio condicionado no sólo por los requisitos del cliente, sino también por varias restricciones. Un desafío importante fue mantener la subestación en pleno funcionamiento durante todo el proceso de construcción. La solución fue una estructura sólida y monolítica de concreto armado, que permitió construir por encima de la subestación y mitigar cualquier impacto en la estabilidad estructural de la pared del edificio histórico.
Otro reto fue mantener los estándares de higiene en las estructuras circundantes, asegurando al mismo tiempo que la luz natural pudiera penetrar en los estudios, los cuales carecían de ventanas laterales. Para solucionar esto, se incorporó un desplazamiento horizontal en los pisos individuales, creando oportunidades para la incorporación de tragaluces. La silueta final del edificio se diseñó con sumo cuidado tras un estudio de la luz natural y la exposición solar de las unidades residenciales vecinas.
La pureza de la masa ortogonal del edificio se acentúa con un revestimiento blanco liso y acristalamientos de gran tamaño sin marcos, diferenciándolo de las prácticas convencionales de construcción. Dentro de las limitaciones presupuestarias, el resto del edificio se mantiene práctico y utilitario. Las superficies interiores de concreto están acabadas con pintura blanca y recubrimiento de epoxi, y toda la infraestructura está conectada sin problemas a los servicios existentes. A pesar del tamaño relativamente modesto de los espacios, se sienten excepcionalmente amplios y luminosos.